Es lo más parecido que existe en el país a un Burdeos. Se explaya en nariz, exuberante en fruta, atisbándose mermeladas de mora y frambuesa, impregnada levemente de notas de roble, con sensaciones a regaliz y tostadas, que recuerdan al pan y a la almendra, así como especiadas: clavo y laurel. Esa complejidad se hace extensible al paladar: confitura de ciruelas pasas, dulce, ciertamente dulce y a la vez amargo, bastante amargo, sacando a relucir mineralidad, cacao, cuero y una sutil tanicidad... el no va a más, llena el paladar. Sustanciosidad y refinamiento en su justa medida.
Se compone fundamentalmente de Cabernet Sauvignon y también participan, en menor cuantía, Merlot y Cabernet Franc, uvas procedentes de la finca Les Arnes Finca de Agulladolç. Permaneció durante 18 meses en barricas nuevas de roble de Tronçais. Ingresó en cristal en julio de 2008. Producción limitadísima: 1.212 botellas.