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Barlovento

José Antonio Alvárez
José Antonio Alvárez
País: España
Localidad: 03189 Torrevieja (Alicante)
Dirección: Urb. Cabo Cervera, 8
mapa
(+34) 966921182
Cierra: Siempre abierto
Precio: 50/100 €


  • Hueva Fresca de Mujol en Papillote
  • Hueva Fresca de Mujol en Papillote
  • Quisquillas de Santa Pola
  • Ostras, Almejas y Percebes
  • Pulpo al Horno
  • Huevas de Merluza en Papillote al Horno
  • Mujol a la Sal
  • Cocido con Carrilleras, Manos de Cerdo y Pavo

 Un galeón pirata desde cuyo puesto de mando y mesas se contemplan kilómetros de costa, divisándose al fondo Calpe, si el día esta despejado, disponiendo cuatro meses al año de una paradisíaca terraza sobre la playa. Por si esto fuera poco atractivo, también exhibe obscenamente los mayores tesoros mediterráneos, que se ofrece a buen precio, no digamos que a bajo, pero sí a tarifas que tientan y hasta resultan irresistibles. Ni que decir tienen que aquí se dan cita los aventajados de la vida, ansiosos de comprar y lucir unas cuantas esmeraldas gastronómicas, llamadas a deslumbrar y a proporcionar bocanadas de satisfacción.
La carta no hay que hacerla ni puñetero caso pues suma más de 200 propuestas. Hay que fijarse en los géneros excepcionales sin grandes atrezos. Las quisquillas de Santa Pola se muestran exultantes de frescor y salen con una atinado punto de cocción, preservando su manjarosidad. Se pueden comer solas o en compañía de otros mariscos, a poder ser de la zona, como las gambas rojas, las cigalitas, o los langostinos de Guardamar, a su vez memorables tras un preciso hervido. Mariscos que no se circunscriben al Mediterráneo sino que también proceden de Galicia: la fuente de ostras, almejas de Carril y percebes resulta exultante y exuberante.
La casa tiene fórmulas elaboradas con esencialidad ciertamente precisas. La primera es el pulpo asado al horno con aceite de oliva, vino blanco y pimienta, tentáculo que sale impregnado de su propio jugo, muy suculento, si bien un tanto blando, como gusta al gran público en la zona, consistencia que habría de revisarse para preservar más el producto. En cualquier caso, muy rico y convincente. Un gran relumbrón tenemos en las huevas de merluza asadas en papillote al horno con aceite de oliva virgen, que salen francamente jugosas, jugosísimas e inmaculadas, tan solo caliente en el centro de los medallones. Si estas son fenomenales las de mujol, asadas a su vez de la misma manera, adquieren la consideración de manjar excelso. No dejar de probar por nada del mundo. Contundentes los platos de arroz, en especial los calderos. En similar sintonía el muy conseguido el gazpacho de mero y gambas peladas. Que aquí se derrocha, mejor se despilfarra, materia prima fetén, queda testimonio por enésima vez en la caldereta especial de la casa: langosta, bogavante, rape, almejas, arroz blanco salteado…la intemerata. Otro relumbrón son los pescados a la sal, dorada, lenguado y mujol, pescado que trata con especial maestría la casa. Sale jugoso e inmaculado. Y fenomenal el cocido, trozos imponentes de carrilleras de ternera, manos de cerdo, pavo, patatas y una cremosos garbanzos. En sí mismo merece un viaje; un viaje gastronómico que puede estimular tanto como una langosta.
A lo dicho, Heliogábalo sentado a la mesa frente a la carnaza más excelsa.