Logroño es una de las ciudades de España que destaca por la calidad de sus tortillas de patatas, con media docena merecedoras de la notabilidad, cantidad verdaderamente relevante para sus habitantes. Entre ese elenco nos quedamos con la de este establecimiento, inaugurado en 2018 por Ramón Marugal, que regenta junto a sus hijos: Ángel Gabriel y Juan Fernando. Familia que aporta ímprobas ganas y aires frescos frente a los locales atávicos y/o austeros en que suele servirse. Modernidad que se manifiesta en las formas y el fondo del negocio.
Estamos ante un negocio que lo tiene muy claro: una tortillería. Ofrece 10 variantes: bacalao, pimientos, boletus edulis, casquería, morcilla, et. Nosotros, habiendo tres o cuatro destacadas, nos quedamos con la tradicional, que se ofrece con o sin cebolla, para que no haya discusiones. Una tortilla tradicional, la que más abunda en el país, que toma algunas de las características de las de Betanzos, llamando poderosamente la atención SU JUGOSIDAD Y SABROSURA. Se encuentra a medio camino entre el formato clásico más extendido y la gallega. PATATA FRITA EN ACEITE DE OLIVA VIRGEN HEJAL Y 2 HUEVOS POR PATATA. Insistimos, llamada a satisfacer plenamente a un público gourmet sin asustar a nadie, salvo a quienes prefieran masticar un mazacote. UNA TORTILLA DE BAR QUE ESTÁ MÁS CERCA DE SER DE RESTAURANTE...es mejor esperarla que te espere. Siempre jugosa, con huevo en el plato, con la patata frita, muy equilibrada sápidamente en esos dos sabores básicos, patata y huevo, nítida y refinada. EXPRESIVA Y MUY DEFINIDA.
