Un verdejo, un rueda con bastante entidad y de una relación calidad-precio sobresaliente, insuperable. Más aún, de una sociología aplastante, sabe enlazar sus cualidades, que las tiene y muchas, con los caracteres que los paladares actuales buscan.
Posee tres virtudes harto estimables: elegancia, potencia aromática y complejidad, tanto en nariz como en boca, que completan y redondean el producto. Sensaciones muy expresivas y francas, un tanto florales e inmensamente frutosas, con referencias cítricas y tropicales, marcadas por una matizada acidez, que da paso a alguna nota melosa; contribuyendo todo ello a un mundo envolvente en el que se suceden los matices. En fin, tiene un pasar fácil y gratificante que expresa frutosidad que compatibiliza con un cierto empaque.