Diego Rodríguez

Críticos I

Acertijo gastronómico.

Les doy varias pistas:

- Se dice de algunos que tienen más cara que un container de icosaedros.
- Viven de su pluma (descartar a Boris Izaguirre, que aunque tiene más pluma que un edredón nórdico, nada tiene que ver con la solución del enigma).
- “¡La de langostas que me tengo que comer, para llevar el pan a mis hijos!” es una de las frases que utilizan habitualmente para justificar su penosa tarea.

Alguno de ustedes con la primera pista habrán exclamado bingo sin necesidad de pedir el comodín del público; o sea, blanco y en botella.

Estoy refiriéndome a mis amigos Los Críticos Gastronómicos.

Les ruego, en primer lugar, que no me hagan la típica pregunta de si los críticos pagan o no en mi establecimiento; si les soborno o no (¿creen acaso que está el negocio de los restaurantes para andar regalando trajes por ahí...? a lo sumo, unas inocentes latitas de anchoas). Seré, pues, tan embustero como lo soy con ellos. Ni qué decir tiene, que en las innumerables veces que les he disfrutado/sufrido, ha habido momentos en los que les he dado “gato por liebre...” resultando que también les gusta el gato. Qué le vamos a hacer. Y volviendo a lo del “cobrado”, es cierto que les he cobrado en innumerables ocasiones; y confieso que esto me complace.

Para mí, el crítico gastronómico “serio” debe de fijar su atención primordialmente en lo que se lleva a la boca. Estoy hablando de la manduca, dejando de lado aspectos superficiales --es mi opinión-- en lo que al disfrute se refiere.

Muchos de los desvaríos acontecen cuando el susodicho comenta, por ejemplo, el color del botellero de la entrada, o, la marca de gomina del sumiller, ustedes me entienden. De delirante más aun catalogaría la escena --muy común--, cuando servidor los ha atendido en tropel: al llegar el plato (o el vino) a la mesa, se miran disimuladamente entre ellos, como si se encontrasen en mitad del Misisipi en el transcurso de una partida de póquer, muchas veces sin saber que decir, esperando a ver quien es el primero que desenfunda la “Smits & Weston”.

Yo, que me considero un lidiador de críticos (y de clientes, primordialmente), respondo a cada una de sus acometidas de la manera más natural: plantándoles cara. Digiero y metabolizo sus comentarios con ironía mesonera; si fulanito me profiere algo así como: hijoputa, náufrago o bufón (sic)... quiero entender que me está diciendo: “¡Qué peazo de maestresala eres, no me dejes solo sin tu compañía, que me divierte mucho...!

Porque, si quieres comprenderlos, antes deberás de haber trabajado en el bar de la “Guerra de las Galaxias”, que es prácticamente igual al sitio donde yo comencé mi carrera profesional.

Actualmente están atravesando un mal momento emocional: su sufrimiento se ha acuciado en los últimos años debido al fenómeno competitivo de los blogueros (al loro con alguno de ellos, que mojan la oreja a profesionales como la copa de un pino), en ese espacio libre y cabrón que es internet. Los más astutos (perdóneme jefe) manejan una agencia de comunicación u organizan macrosaraos para sacar los cuartos a cocineros diletantes; nada que objetar, aunque su independencia parece como trufada de un extraño tufillo a faisande. Si por otro lado ¡ay! un cocinero osa salir de su cocina para hacer un bolo --tan necesarios en estos tiempos-- le funden los plomos sin ningún remordimiento.

Cada uno tiene su idiosincrasia, sus tics específicos y sus fobias. Y no existirán –o al menos yo no conozco- nunca dos críticos iguales. Toman, eso sí, distintas poses: la de Antón Ego (¿le recuerdan en “Ratatuille”?); o de Charles Bukowski a lo “Barfly”; o más temible aún: la de Richard Burton en “¿Quién teme a Virginia Wolf?”

La delgadez de algunos de ellos me tiene preocupado y sus críticas me produce la misma desconfianza que cuando me pongo en manos de un cocinero anoréxico.

Y como no les guardo ningún rencor, este verano he cogido a mi crítico de cabecera, para devorarnos unas langostitas gallegas (“lo del pan de mis hijos” ¿recuerdan?) al más puro estilo “Entre copas”...

Les mantendré al corriente.

Diego R Rey

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juill. 20 19:07

Vinos TIntos



9,75

Noma

René Redzepi
René Redzepi
Pays: Dinamarca
Localité: 1401 Kobenhavn
Adresse: Strandgade, 93 DK
mapa
(+45) 32963297
Jours de fermeture: domingos, lunes al mediodía y del 13/7 al 3/8
Prix à la carte: 200 / 300 €
Prix menu de dégustation: 120 / 200 €


  • Coco Nórdico
  • Bombones de Zarzaparrilla, Moras y Polen de Rosas
  • Queso Fresco con Salsa de Arándanos y Aceite de Pino
  • Cigala Cruda y Viva
  • Almejas de 300 Años con Algas
  • Castañas y Nueces Crudas con Huevas de Trucha y Jugo Fermentado de Calabaza
  • Tosta de Trufa de Suecia
  • Calamar Crudo con Tallo de Hinojo y Vinagre de Apio
  • Bogavante con Pasta de su Cabeza y Hojas de Capuchina
  • Patatas con Caviar y Aceite de Algas.
  • Pato Salvaje Asado con Membrillo, Puré de Peras y Col Rizada.

   Rene Redzepi mereció en 2008, cuando no era tan famoso como ahora, el Premio Internacioal lomejordelagastronomia.com, galardón que antes recibieron Ducasse, Robuchon, Guérard y Adrià y después Berasategui, Veyrat, Grant Achatz, Roca y Dacosta, entre otros. Hoy es un personaje histórico.
Año tras año visitamos esta cocina que ha roto moldes. Acabamos de comer por última vez. Sigue fiel a su personalísimo estilo, naturalismo nordico eninentemente de autor, con el que ha hecho escuela en los paises del norte de Europa, espíritu que reinterpreta cada año. Imaginación desbordante y una filosofia única en el planeta culinario. Estamos, pues, ante la cocina más rompedora del mundo en estos momentos; la que ha logrado diferenciarse más de otros autores, teorias y modas, de influencias. Ni mejor ni peor que las de los Roca o Dacosta, muy distinta, les supera en que su inspiración esta menos referenciada.
Tras comer 20 servicios hemos apreciado una superación que refleja la madurez de quien ya ha cumplido 37 años y la seguridad de quien llena todos los días del año el restaurante de un público internacional ávido de imprebisibles sensaciones. Platos que refrendan una y otra vez los criterios y técnicas que dan cuerpo a la obra de Rene a los que ahora impregna de una fantasia más reflesiva y que sustenta en productos estelares. Basta echar un vistazo a las fotos para ver el derrroche de materia prima en escena y la inteligencia con que se administra el ARTE. Estamos ente un GENIO que esta en absoluta plenitud.
El llamado “coco nordico” se inspira en el exotismo indígena del sur. Un rábano entero, con sus hojas y raices, hace de vajilla a un caldo exultante, que se absorve a través de unas “pajitas de bambú”, que al paso por el paladar sabe a repollo, setas y aceite de membrillo, todo en infusión. A partir de aquí el comensal se entrega en cuerpo y alma a una exhibición inaudita de talento. Que volvio a superar lo humano y lo divino en los bombones de zarzaparrilla negra, moras y polen de rosas. ¡Qué frutosidad! ¡Qué floralidad! ¡Qué delicadeza! ¡Qué escenificación!
Estabamos convocados a lo nunca visto. En 33 años de andanzas por las mesas del mundo nuna se nos sirvió un bozado tan vivo, tan inmaculado y tan cruel. Un cigala sobre una preciosa montaña escultural de hielos con forma de vajilla donde aparece una pieza gigante. Preservaba el caparazón en la cabeza y los dos últimos centímetros de la cola. Todo el resto de esta estaba en carne viva. Y tanto que viva, pues la cigala aún movía las pequeñas pinzas. El comensal aterrado, armado con un cuchillo, debía terminar con el sufrimiento del animal. Cuantos estabamos convocados al akelarre gastronómico no soportábamos la situación. Por evitar las últimas bocanados del cigalón le cortamos el cuerpo al lado de la cabeza. Por el lado opuesto, el que tenía dos centímetros de caparazón, cogimos el cuerpo y lo pusimos en erepción. Tres bocados canibalescos dimos a la cigala más viva, más cruda y más natural, ni calor ni ningún aderezo, que jamás hayamos tomado. Nadie tuvo los cojones de chupar la cabeza conscientes de que podía sentir nuestros dientes. Es evidente que este no es un restaurante cualquiera ni para cualquiera.
Seguimos matando animales 10. Una almeja de 300 años, eso juran y perjuran , también cruda, esta no se movía, tan solo aderezada con un picadillo de algas, que acentuaba su oceanidad. Naturalismo naturalista junto a composiciones transformadas con sabores siempre puros. Un canapé vibrante: láscas de hígado de rape levemente ahumado sobre milimétricas láminas crocantes de leche caramelizada. En parecida sintonía un espectacular corte: dos fragilísimos rectandulos desecados de consome de pato daban cobijo a tan yodado marisco. No se puede dar crédito a tanto esplendor y a tanto ingenio: castañas y nueces crudas con huevas de trucha y jugo de calabaza fermentado.
Que los lácteos forman parte de la cultura local y personal es algo que se manifiesta una y otra vez, como en refinadísima composición de queso fresco, a la manera de una nata, cubierta por una salsa de arándanos, aderezado con aceite de pino. Otro y otro sobresaliente: calamar, en dados crudos, con tallo de hinojo, cortados como trocitos de espárragos, nadando en un consomé aderezado con vinagre de apio. Bogavante: una cola grande, tan solo caliente, cubierta por una pasta de la cabeza condimentada y coronada por unas hojas capuchina. Hay composiciones que no pueden ser más esenciasl. Para hacer un impase: remolacha con ciruelas, semillas y flores. Maravillosa tartaleta de trufa negra de Suecia...para que no haya dudas que se exaltan las bondades y la pureza de los manjares nordicos. Patatas asadas, ciertamente estelares, supercremosas, mantequillosas, nunca mejor dicho, con caviar y, y, y......aceite de algas. Y un pato silvestre magistralmente asado, rojo él, tierno y sabroso, con membrillo, puré de peras y un huerto en perfecta armonía, con la preponderancia de la col rizada.
A Rene Repzepi la Michelín le niega las tres estrellas como en su día se las nego a Michel Bras y a Ferrán Adrià. A los tres les llegaron  tarde...cuando nadie discutia su pertenencia a la mejor historia de la cocina. ¿Por qué será?
Hasta el restaurante, ubicado junto al río, en un antiguo almacén de sal, resulta sencillo y encantador, igual que el servicio, a cargo de los propios cocineros. Se prescinde de los manteles con toda la naturalidad...la idéntidad es arrolladora. Y se ofrecen infinidad de jugo para acompanar distintos platos como alternativa al vino: de acedera y manzana; de apio; de pino amarillo, de manzana y piña; de flor de saúco; etc.

 



8,5

Alcaparras Serragghia a la Flor de Sal de Guérande


Alcaparras Serragghia a la Flor de Sal de Guérande
Azienda Agricola Serragghia

Pays: Italy
Localité: 20123 Milán
Adresse: Via Ariberto, 21
(+39)0289421284
Prix à la carte: 30 € el tarro de 120 g


El ecléctico arquitecto milanés Gabrio Bini, eterno amante de la pequeña isla de Pantelleria, situada entre Sicilia y la costa africana, ha ideado y concebido este producto que realza la alcaparra más que ningún otro. Cultivadas de manera natural, las alcaparras se recogen de forma gradual, cada semana, según el grado de madurez de las yemas. La plantación está situada a una altura de unos 350 metros sobre el nivel del mar, lo cual permite realizar la cosecha de finales de mayo a mediados de julio, antes de la llegada de los parásitos. Al no utilizar pesticidas, la cosecha se da por finalizada en esta fecha. Las yemas se van incorporando en unas cubas especiales donde se someten al proceso de salazón con la flor de sal de Guérande durante aproximadamente 11 días. Las alcaparras producen entonces su propia agua/salmuera y quedan caramelizadas/confitadas en la flor de sal. El uso de esta sal particular permite preservar los aromas de la alcaparra que, con las sales comunes (cuya tasa de cloruro sódico es mucho más elevada que la de flor de sal), se pierden debido a la tendencia de éstos a esterilizar el fruto. Nada más abrir el frasco, la fragancia pura, nítida, profunda y envolvente le emocionará. En lo que a degustación se refiere, además de la calidad y de la persistencia que se experimenta en boca, la consistencia, parecida a la de una uva pasa, resulta también muy interesante: carnosa, pero sin llegar a ser seca. Las alcaparras pueden ser utilizadas enteras o trituradas, para realzar los sabores de la pasta, de las ensaladas o de las preparaciones realizadas a base de pescado. También hay que probarlas con sopas vegetales, añadiendo unas pocas en el plato unos minutos antes del servicio: cambian casi instantáneamente el perfume de la sopa caliente y, como por magia, se inflan, asemejándose a frutos maduros recién cosechados. Una espléndida confección de Gabrio que eleva esta yema del Mediterráneo a la categoría que le corresponde.



8,5

Câpres Serragghia à La Fleur de Sel de Guérande


Azienda Agricola Serragghia

Pays: Italy
Localité: 20123 Milán
Adresse: Via Ariberto, 21
(+39)0289421284
Prix à la carte: 30 € el tarro de 120 g


L’architecte milanais Gabrio Bini, éternel passionné de la petite île de Pantelleria, située entre la Sicile et la côte africaine, a inventé et créé ce produit qui met le câpre en valeur mieux que tout autre. Cultivés de manière naturelle, les câpres sont cueillis de manière échelonnée, toutes les semaines, en fonction de degré de maturité des boutons. La plantation est située à 350 mètres d’altitude, ce qui permet d’effectuer la récolte de la fin mai à la mi-juillet, avant l’arrivée des parasites. Aucun pesticide n’étant utilisé, la cueillette se termine définitivement à cette date. Les boutons sont introduits dans des cuves spéciales et soumis au processus de salaison à l’aide de la fleur de sel de Guérande pendant environ 11 jours. Les câpres produisent alors leur propre eau/saumure, se caramélisant/confisant dans la fleur de sel. L’utilisation de ce sel si particulier permet de conserver les arômes du câpre qui, avec les sels traditionnels (dont le taux de chlorure de sodium est beaucoup plus élevé que celui de la fleur de sel) se perdent en raison de la tendance de ces derniers à stériliser le fruit. Dès l’ouverture du pot, la fragrance pure, nette, profonde et enivrante ne manquera pas de vous émouvoir. En bouche, outre la qualité et la persistance, on appréciera également la consistance, semblable à celle d’un raisin sec : charnue, mais pas sèche. Les câpres peuvent être utilisés entiers ou écrasés, pour rehausser le goût des pâtes, des salades ou des préparations élaborées à base de poisson. À goûter également avec des soupes végétales, en en ajoutant quelques-uns dans l’assiette un moment avant le service. Ils transforment alors presque instantanément le parfum de la soupe chaude et, comme par magie, se mettent à gonfler, tels des fruits mûrs qui viennent d’être cueillis. Une création remarquable de Gabrio, qui élève ce bouton de la Méditerranée au rang qu’il mérite.



Bortsch

Bortsch
BARBAPbI
Cuisinier: Anatoly Komm
Pays: Rusia
Localité: Moscú
Adresse: Kutuzovsky Porsp 12
00 7495 7655690




Ingredientes:

10 raciones

  • 700 g de remolachas
  • 70 g de zanahorias
  • 140 g de col
  • 100 g de tomates
  • 10 g de ajo
  • 20 g de perejil
  • 2 hojas tiernas de remolacha
  • 100 ml de zumo de limón
  • 15 g de azúcar
  • 20 g de mantequilla
  • 50 ml de aceite de girasol
  • 20 g de nata agria
  • 2 g de sal negra de Kostroma
  • Especias al gusto

 

Elaboración:

Freír las verduras con la mezcla de mantequilla, ajo y especias.
Introducir en el vaso de la PacoJet. Añadir el zumo de un limón, aceite de girasol y perejil. Poner en el congelador durante 6 horas.
Pasar por la PacoJet y dividir la preparación en 2 mitades. Introducir la primera mitad en la cámara de ultracongelación. Añadir la nata agria a la segunda mitad y batir hasta obtener una textura cremosa.
Hacer chips de remolacha.
Cubrir una capa de chips de remolacha con la crema, disponer encima una segunda capa de chips, extender el bortsch seco sacado de la cámara de ultracongelación y cubrir con una última capa de chips.
Servir acompañado de nata agria infusionada con hongos, hojas de remolacha y sal negra de Kostroma.



Il piatto di mela e tuberi dimenticati in acidulato, croccante, crema, gelato e sandwich di senape

El Plato de Manzana y Tubérculos Olvidados en Acidulado, Crujiente, Crema, Helad
Martín Berasategui
Cuisinier: Martín Berasategui
Pays: España
Localité: 20160 Lasarte-Oria (Guipúzcoa)
Adresse: Loidi, 4
(+34) 943366471

Le fait que Martin Berasategui soit un perfectionniste qui construit son œuvre sur base de réformes de l’histoire et de réinvention de soi-même ne veut pas dire qu’il ne soit pas un créateur. Son style personnel, sa philosophie de vie ne résident évidemment pas dans le radicalisme ni dans l’exagération. Martin est plutôt un progressiste qui se plaît à imaginer paisiblement, subordonnant les idées aux résultats, toujours extraordinairement raffinés et harmonieux. Il ne cherche presque jamais à impressionner par le biais d’alliances qui expriment de fortes juxtapositions gustatives. Au contraire, il tend à tempérer les contrastes, à les adoucir, à les amoindrir, à conjuguer les nuances. Un vrai diplomate gastronomique.
Cette originalité extraordinairement élégante orchestrée par les végétaux constitue un exemple supplémentaire de sa grande personnalité culinaire. Ce n’est pas pour rien que, dans le cadre du IIe Congrès Vive les légumes de mai 2008 (Pampelune), Martin a reçu le Prix Reyno Gourmet pour le travail qu’il a réalisé avec les légumes, notamment pour l’utilisation constante de jus en guise de sauces et pour le développement des salades horizontales, historiquement représentées par celle de moelle de légumes aux fruits de mer. Ici, il franchit un pas supplémentaire et nous propose une recette où interviennent des tubercules, du céleri-rave, du topinambour et des salsifis, présentés sous différentes formes (morceaux, crème, glace, …).
Pour vous faire une idée, le fond de l’assiette est d’abord recouvert d’une gélatine de pomme. Sont ensuite disposées deux tranches de pain de seigle verticales farcies d’une chantilly de moutarde, comme un sandwich. À côté, la crème des trois tubercules, parsemée de dés de céleri-rave, de billes de topinambour, de cylindre de salsifis, d’une quenelle de glace aux trois légumes précités et garnie de tuiles sucrées. La décoration s’achève à l’aide de quelques gouttes de vinaigrette d’algues et de germes de brocoli et d’amarante.



La Recette



Ingrédients

La crème de tubercules

  • 50 g de céleri-rave
  • 50 g de topinambour
  • 50 g de salsifis
  • 75 g de lait
  • 75 g de crème fraîche
  • 5 g de sel de céleri

La glace aux tubercules

  • 400 g de crème de tubercules
  • 125 g de jaunes d’œuf
  • 30 g de sucre
  • 20 g de vinaigre de Xérès
  • 1 pincée de sel de céleri

Les dés de tubercules

  • 100 g de dés de tubercules de 1x1cm
  • 20 g de beurre clarifié

La chantilly à la moutarde

  • 50 g de crème fraîche
  • 5 g de moutarde Savora
  • 10 g de moutarde en grains Pomery

La vinaigrette d’algues

  • 100 g d’algue codium
  • 30 g d’huile d’olive
  • 2 g de sal
  • 5 g de vinaigre

La meringue

  • 100 g de blancs d’œuf
  • 50 g de sucre à glacer

Pain de seigle grillé

  • 10 fines tranches de pain de seigle
  • 20 g de beurre clarifié

 

La gélatine de pomme

Compter 2 g d’agar-agar par litre d’infusion. Pour diluer l’épaississant, chauffer 10% de l’infusion jusqu’à ébullition, incorporer l’agar-agar, puis mélanger le reste de l’infusion à 35º C.

L’infusion de pomme verte

  • Le jus d’1 citron
  • Le jus de 5 pommes vertes

 

 

Élaboration

Pour la crème :

Couper les tubercules en dés de 3x3cm.
Faire cuire avec le lait et la crème fraîche pendant 25 minutes.
Passer au Thermomix et chinoiser.
Rectifier le point de sel.

 

Pour la glace :

Blanchir les jaunes avec le sucre.
Ajouter la crème et le vinaigre de Xérès et rectifier le point de sel.
Faire chauffer à 80ºC.
Refroidir rapidement.
Introduire dans le récipient du PacoJet.

Pour les dés :

Faire suer les dés dans le beurre jusqu’à ce qu’ils soient bien poêlés, al dente.

Pour la chantilly :

Monter la crème fraîche à moitié et ajouter les deux moutardes.

Pour la vinaigrette :

Hydrater les algues pendant 1 minute.
Passer au Thermomix, puis chinoiser.
Ajouter l’huile, le sel et le vinaigre dans l’huile obtenue.

Pour la meringue :

Monter les blancs en neige, ajouter le sucre à glacer, monter pendant 2 minutes supplémentaires et cuire à l’étuvée à 60ºC.

Pour la tartine grillée :

Sur deux bacs plats Gastronorm, placer des feuilles de papier sulfurisé peintes au beurre et y déposer les tranches de pain coupées à l’épaisseur nº1 de la trancheuse.
Dorer au four recouvert d’un autre bac pendant 15 minutes à 140ºC.

 

 

 

 

Pour l’infusion :

Dans un poêlon, verser le jus de citron puis le jus des 5 pommes vertes fraîchement passées au blender et filtrées. Remuer à la cuillère et introduire le liquide dans une bouteille d’eau en plastique. Refermer celle-ci et la placer dans le congélateur avec le bouchon vers le bas.

Une fois que les jus sont à moitié congelés, c’est-à-dire lorsque la pulpe de la pomme verte est congelée mais que le liquide est encore fluide, filtrer à l’étamine de manière à ne récupérer que le liquide totalement limpide, les impuretés étant restées dans le filtre.

FINITION

Dans une assiette dont le fond est tapissé de gélatine de pomme, disposer les éléments ci-après comme suit :
Sur deux tranches de pain, placer 1 c/c de chantilly à la moutarde et tartiner de manière à former un sandwich.
À côté, disposer 1 portion de crème de tubercules et intercaler 2 dés de céleri-rave, 2 billes de topinambour et 2 cylindres de salsifis. Surmonter 1 des dés d’1 quenelle (c/c) de glace aux tubercules et y appuyer quelques tuiles sucrées.
Terminer avec 1 c/c de vinaigrette d’algues et quelques germes de brocoli et d’amarante.



Le plat de pomme et de tubercules oubliés acidulé, croquant, avec crème, glace et sandwich aux moutardes

El Plato de Manzana y Tubérculos Olvidados en Acidulado, Crujiente, Crema, Helad
Martín Berasategui
Cuisinier: Martín Berasategui
Pays: España
Localité: 20160 Lasarte-Oria (Guipúzcoa)
Adresse: Loidi, 4
(+34) 943366471

Che Martín Berasategui sia un perfezionista che costruisce la propria opera a partire dal riformare la storia e dal reinventare sé stesso non vuol dire che non sia un creatore. Il suo stile personale, la sua filosofia di vita non è la radicalità, né le esagerazioni, chiaro che no. Ci troviamo piuttosto davanti ad un evoluzionista che immagina serenamente, facendo dipendere le idee dai risultati, che nel suo caso sono sempre straordinariamente raffinati e armonici. Non cerca quasi mai di stupire con abbinamenti che esprimano forti giustapposizioni sapide. Al contrario, tende a mitigare i contrasti, ad addolcirli, a sottilizzarli,... a combinare le sfumature. Diplomazia gastronomica.
Un altro esempio della sua personalità culinaria l’abbiamo in questa originalità estremamente elegante che ha per protagonisti i vegetali. Ricordiamo che nel II Congresso Vivi le Verdure, svoltosi a maggio 2008 a Pamplona (Spagna), Martín ha ricevuto il Premio Reyno Gourmet per il suo lavoro professionale con le verdure, in particolar modo per il costante impiego di centrifugati come salse e per lo sviluppo delle insalate piane integrali, di cui abbiamo testimonianza storica in quella di cuori di verdure con frutti di mare. In questa occasione fa un passo avanti e ci offre una formula di tuberi, sedano rapa, topinambur e sassefrica che vengono presentati in svariati modi: a pezzetti, sotto forma di crema, di gelato,...
In sintesi, il fondo del piatto appare coperto da una gelatina di mela. Sopra si collocano in verticale due fettine di pane di segale ripiene di una chantilly alla senape, che prendono forma di sandwich. Accanto, la crema dei tre tuberi intercalata con dadini di sedano rapa, sfere di topinambur, cilindri di sassefrica e una quenelle del gelato di tutti essi, ornata con croccanti zuccherati. La guarnizione termina con delle gocce di vinaigrette di alghe e dei germogli assortiti di broccolo e amaranto.



La Recette



Ingredienti

Crema di tuberi

  • 50 g di sedano rapa
  • 50 g di topinambur
  • 50 g di sassefrica
  • 75 ml di latte
  • 75 ml di panna
  • 5 g di sale di sedano

Gelato di tuberi

  • 400 g di crema di tuberi
  • 125 g di tuorlo d’uovo
  • 30 g di zucchero
  • 20 g di aceto di Jerez
  • un pizzico di sale di sedano

Dadini di tuberi

  • 100 g di dadini di tuberi di 1x1 cm
  • 20 g di burro chiarificato

Chantilly di senape

  • 50 ml di panna fresca
  • 5 g di senape Savora
  • 10 g di senape in grani Pommery

Vinaigrette alle alghe

  • 100 g di alga codium
  • 30 ml d’olio
  • 2 g di sale
  • 5 ml di vinaigrette

Meringa

  • 100 g di chiara d’uovo
  • 50 g di zucchero a velo

Tostino di pane di segale

  • 10 fettine sottili di pane di segale
  • 20 g di burro chiarificato

Gelatina di mela

  • 2 g di agar-agar per litro d’infuso. Per sciogliere l’agar-agar, riscaldare il 10% dell’infuso e aggiungere l’agar-agar. Far bollire e mescolare con il resto dell’infuso che si trova a 35 ºC.

Infuso di mela verde

  • Succo di 1 limone
  • Centrifugato di 5 mele verdi

 

Elaborazione

Per la crema:

Tagliare i tuberi a dadini di 3x3 cm.
Mettere a cuocere assieme al latte e alla panna per 25 minuti.
Passare per il thermomix e per il colino a fori piccoli.
Aggiustare il punto di sale.

Per il gelato:

Sbiancare i tuorli d’uovo con lo zucchero.
Aggiungere la crema e l’aceto di Jerez e correggere il punto di sale.
Riscaldare sino a 80 ºC.
Raffreddare velocemente.
Versare in uno stampo Pacojet.

Per i dadini:

Soffriggere i dadini nel burro finché siano saltati al dente.

Per la chantilly:

Semimontare la panna e aggiungere le due senapi.

 

Per la vinaigrette:

Idratare dapprima le alghe per 1 minuto.
Tritare nel thermomix e passare per un colino a fori piccoli.
Con questo purè aggiungere l’olio, il sale e l’aceto.

Per la meringa:

Montare le chiare a neve, aggiungere lo zucchero a velo, montare per altri 2 minuti e cuocere nello scaldavivande a 60 °C.

Per il tostino:

Collocare carta da forno verniciata imburrata su due piastre piane GastroNorm e collocare le fettine di pane tagliate sottilissime (al numero 1) nell’affettatrice.
Tostare nel forno con l’altra piastra per circa 15 minuti a 140 ºC.

 

 

 

Per l’infuso:

In una pentola in cui si collocherà il succo di mela verde, versare il succo di 1 limone e aggiungervi sopra il centrifugato delle 5 mele sgocciolate e appena cotte, mescolando con un cucchiaino e mettere in una bottiglia vuota di acqua Font Vella, chiuderla e collocarla nel congelatore con l'imboccatura rivolta in basso.

Quando si sia mezzo congelato, vale a dire, che le impurità della mela verde si sia congelata, ma il liquido sia ancora fluido, colarlo con un panno in modo che solo passi in liquido totalmente pulito, e le impurità rimangano.

PRESENTAZIONE DEL PIATTO

Su un piatto con la gelatina di mela, disporre gli ingredienti come segue:
Su 2 tostini di pane di segale collocare alcuni cc della chantilly di senape a mo’ di panino, schiacciandolo.
Sul lato della crema di tuberi intercalare 2 dadini di sedano rapa, 2 sfere di topinambur e 2 cilindri di sassefrica e sopra uno dei dadini la quenelle di caffè del gelato di tubero su cui sono poggiati dei croccanti di zucchero.
Terminare con 1 ml della vinaigrette alle alghe e dei germogli assortiti di broccolo e amaranto.



El Plato de Manzana y Tubérculos Olvidados en Acidulado, Crujiente, Crema, Helado y Sándwich de Mostazas

El Plato de Manzana y Tubérculos Olvidados en Acidulado, Crujiente, Crema, Helad
Martín Berasategui
Cuisinier: Martín Berasategui
Pays: España
Localité: 20160 Lasarte-Oria (Guipúzcoa)
Adresse: Loidi, 4
(+34) 943366471

Que Martín Berasategui sea un perfeccionista que construye su obra a partir de reformar la historia y de reinventarse a sí mismo, no quiere decir que no sea un creador. Su estilo personal, su filosofía de vida, no es ni la radicalidad ni la exageración, por supuesto que no. Estamos, más bien, ante un evolucionista que imagina sosegadamente, supeditando las ideas a los resultados, que en su caso siempre son extraordinariamente refinados y armónicos. Casi nunca busca impactar con maridajes que expresen fuertes yuxtaposiciones sápidas. Muy al contrario, tiende a atemperar los contrastes, a dulcificarlos, a sutilizarlos... a conjuntar los matices. Diplomacia gastronómica. Un ejemplo más de su personalidad culinaria lo tenemos en esta originalidad extremadamente elegante, que tiene por protagonistas a los vegetales. Recordemos que Martín recibió en el II Congreso Vive las Verduras, celebrado en mayo de 2008 en Pamplona, el Premio Reyno Gourmet, por su trabajo profesional con las hortalizas, especialmente por la constante utilización de licuados como salsas y por el desarrollo de las ensaladas planas integrales, cuyo testimonio histórico lo tenemos en la de tuétanos de verduras con mariscos. En esta ocasión, da un paso adelante y nos ofrece una fórmula de tubérculos, apionabo, topinambo y salsifies, que se presentan de variadas maneras: trocitos, crema, helado... En síntesis, el fondo del plato aparece cubierto por una gelatina de manzana. Encima, se colocan en vertical dos láminas de pan de centeno rellenas de una chantilly de mostaza, que toman forma de sándwich. A su lado, la crema de los tres tubérculos, intercalada con dados de apionabo, bolas de topinambo y los cilindros de salsifies y una quenelle de helado de todos ellos, adornada con crujientes azucarados. Se termina la ornamentación con unas gotas de vinagreta de algas y unos brotes variados de brócoli y amaranto.



La Recette



Ingredientes
Crema de tubérculos

  • 50 g de apionabo
  • 50 g de tupinambo
  • 50 g de salsifis
  • 75 g de leche
  • 75 g de nata
  • 5 g de sal de apio

Helado de tubérculos

  • 400 g de crema de tubérculos
  • 125 g de yemas de huevo
  • 30 g de azúcar
  • 20 g de vinagre de Jerez
  • pizca de sal de apio

Dados de tubérculos

  • 100 g de dados de tubérculos de 1x1cm
  • 20 g de mantequilla clarificada

Chantilly de mostaza

  • 50 g de nata fresca
  • 5 g de mostaza Savora
  • 10 g de mostaza en grano Pomery

Vinagreta de algas

  • 100 g de alga codium
  • 30 g de aceite
  • 2 g de sal
  • 5 g de vinagre

Merengue

  • 100 g de clara de huevo
  • 50 g de azúcar glas

Tosta de pan de centeno

  • 10 láminas finas de pan de centeno
  • 20 g de mantequilla clarificada

Gelatina de manzana

Por litro de infusión, contar 2g. de agar agar. Para mezclar el agar agar, calentar el 10% de la infusión y añadir el agar agar. Deberá hervir. Mezclar con el resto de la infusión que está a 35ºC.

Infusión de manzana verde

  • Zumo de 1 limón
  • Licuado de 5 manzanas verdes

 

Elaboración
Para la crema :

Cortar los tubérculos en dados de 3x3cm
Poner a cocer junto con la leche y la nata durante 25min.
Pasar por la Thermomix y por el fino.
Poner a punto de sal

 

Para el helado:

Blanquear las yemas con el azúcar.
Añadir la crema y el vinagre de Jerez y poner a punto de sal.
Poner a calentar hasta 80ºC.
Enfriar rápido.
Meter en molde de PacoJet.

Para los dados:

Sudar los dados en la mantequilla hasta que estén salteados al dente.

Para la chantilly:

Semimontar la nata y añadir las dos mostazas.

Para la vinagreta:

Primero hidrataremos las algas durante 1min.
Triturar en la Thermomix y pasar por un fino
Con este puré, añadir el aceite, la sal y el vinagre.

Para el merengue:

Montar las claras a punto de nieve, añadir el azúcar glas, montar 2 min. más y cocer en la estufa a 60ºC.

Para la tosta:

En dos placas planas Gastronorm, poner papel sulfurizado pintado con la mantequilla y poner las láminas de pan, cortadas en el número 1 en la máquina cortadora.
Tostar al horno con otra placa encima, 15 min. a 140ºC.

Para la infusión:

En un katxi, donde vamos a poner el jugo de manzana verde, ponemos el zumo de 1 limón. Encima de él añadimos el licuado de las 5 manzanas coladas y recién hechas, removemos con una cucharilla y metemos en una botella vacía de Font Vella. La cerramos bien y la colocamos en el congelador con el morro hacia abajo.

Cuando se haya medio congelado, es decir, cuando la impureza de la manzana verde se haya congelado pero el líquido está todavía fluido, lo colamos por un trapo, de tal forma que sólo nos ha pasado el líquido totalmente limpio y la impureza nos ha quedado fuera.

ACABADO DEL PLATO

En un plato cuajado de gelatina de manzana pondremos de la siguiente forma:
Sobre 2 tostas de pan, colocaremos 1c/c de la chantilly de mostaza en forma de bocadillo y aplastándolo.
Al lado 1/p de la crema de tubérculos e intercalaremos 2 dados de apionabo, 2 bolas de tupinambo y 2 cilindros de salsifis. Sobre uno de los dados, depositar 1 quenelle de café del helado de tubérculo, apoyándole unos crujientes azucarados.
Acabar con1c/c de la vinagreta de alga y unos brotes variados de brócoli y amaranto.
 



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Marqués de Riscal Rueda Verdejo 09


Marqués de Riscal Rueda Verdejo 09
Vinos Blancos de Castilla

Type: Blanco
Pays: Espagne
Région: Rueda
Localité: 47490 Rueda (Valladolid)
Adresse: Ctra. Nac. VI, Km. 172,6
(+34) 983868083
Année de création: 1972
Production (bouteilles): 4.000.000
Surface de vignoble (Ha): 198 en Rueda, La Seca y Rodilana
Marques: Marqués de Riscal, Marques de Riscal Sauvignon y Marqués de Riscal Limousin
Prix à la carte: 7,5 €


Fiel a su ser. Este verdejo, tocado con viura, elaborado en acero inoxidable, brinda un extraordinario poder aromático, exuberantes fragancias florales, herbáceas (hinojo), frutosas, inmensamente frutosas y frescas, con recuerdos a uva, a las que siguen sensaciones ácidas – maracuya, piña y pomelo –, con notas minerales, que perduran. Fragancias que se transparentan en boca, mostrando una fuerte frutosidad, de la que se derivan sensaciones aciduladas y amargas, muy bien contrastadas con su carácter envolvente, consecuencia de su expresiva riqueza. Se muestra muy evolutivo, con un largo recorrido. Untuoso en su frescor.