Un inmenso y monumental château en el que Paco Gómez, un personaje, un grandioso personaje hecho a sí mismo, experimenta una manera de entender la bodega y el vino. Todo resulta espectacular: el concepto, las formas, los resultados... nada deja indiferente en este proyecto y en sus distintas etiquetas.
Un ejemplo pasional lo tenemos en este Monastrell, testimonio de la tierra, del clima y también de una personalidad y un gusto. Se manifiesta rústico, rusticismo sabio y técnico. Atesora aromas de uvas maduras, con notas de confitura de ciruelas, también minerales y de especias: clavo, nuez moscada y vainilla. Por el paladar corren sensaciones dulces, ácidas, amargas y tánicas, valores estructurales. Musculoso, carnoso... todo un carácter.
100% Monastrell. 14 meses de crianza en roble francés. Embotellado en mayo de 2008. 16.700 botellas.

Cumple 25 añadas de historia y lo celebra en la etiqueta. En consonancia con la personalidad demostrada estos años, refrenda  empaque y complejidad, lo que se traduce en un apreciable sabor y diversidad. Vinoso sin perder por ello intensidad aromática, alta; frutosidad olfativa y sápida, mucha, cualidades típicas de la variedad y de la zona, que aparecen perfectamente remarcadas. Reina la uva y la frescura, plenamente albariño, con sensaciones florales, a heno  y  cítricas, en concreto a pomelo y toques exóticos, tropicales, que ponen color en la boca, con una constante y llevadera acidez, que se completa con un leve amargor. En fin, elegante y equilibrado, muy frutoso y rico en matices, envolvente.

Un chardonnay 100% grand cru, cuyas viñas se encuentran en Chouilly, localidad situada en Côte des Blancs. Responde plenamente a las características de la variedad de uva, la más elegante con la que se elaboran los champanes. Tiene una crianza mínima de 4 años.
En nariz da una primera impresión floral para a continuación mostrarse extraordinariamente frutal, con toques de manzana. En boca refrenda la uva, una uva muy madura, con un evidente carácter vinoso. Aparecen sensaciones mantequillosas y a frutos secos. Graso, estructurado, carnoso...tiene mucho empaque. Rosario exuberante de burbujas muy finas que forman una delicada espuma. Color oro, que refleja la identidad y edad del producto.

Un restaurante tan asturiano, tan conocedor de su idiosincrasia y de sus productos como es Casa Gerardo, en Prendes, le ha convertido en su sidra, elaborada exclusivamente con manzanas autóctonas, de las variedades: raxao 34%, verdialona 27%, carrió: 15%, xuanina 13%, panquerina 8% y otras 3%, los porcentajes son aproximados en función del año. No es para menos, estamos ante la mejor sidra de España y con neta diferencia, marca la diferencia en la nobleza, en la elaboración y en el concepto. Posee un aroma muy frutal, franco y persistente, en el que la manzana se explaya. En boca se muestra intensa, sustanciosa, refrendando la fruta en todo su esplendor, con una acidez matizada, con bastante cuerpo y con todo su ser muy equilibrado. En definitiva, entidad perfectamente definida por un verdadero enólogo.
El mosto fermentó y maduró durante 16 meses, sobre su lías, en depósitos de acero inoxidable de 24.500 litros c/u, con temperatura controlada a lo largo de todo el proceso,  nunca superior a 12º.