Una esencia de nata, de una calidad excepcional, la que elaboran siguiendo la tradición de sus padres y abuelos, Milagros Lombera y su familia. En realidad se trata de un queso fresco de vaca sustancialmente transformado por 15 días de semicuración. Ofrece una sutil pasta blanca pajiza muy cremosa y uniforme, en perfecta maduración y a la temperatura ideal se muestra un tanto fluida. Sabor delicado y, a la vez, graso, a pura leche sumamente concentrada. Presenta una corteza amarillenta, tiene forma de disco o torta, de unos 20 centímetros de diámetro con una altura de 2 centímetros, pesando aproximadamente la pieza unos 500 gramos.