El vino más comercial de la bodega, que precisamente sale al mercado, como tantos otros en los últimos tiempos, para conectar con la realidad económica y sociológica del país. Un buen vino, un “crianza”, mejor, un “reserva” top en su segmento. Tiene empaque y, a la vez, resulta sobrio y efectivo. Buena conjunción de fruta y madera. Sabores básicos muy agradables y matizados: acidez, amargor y tanicidad.
Está integrado por Tempranillo (90%), Graciano (5%), Viura (5%) y Malvasia (5%). Hizo la maloláctica en barricas de roble francés nuevas y una posterior crianza en maderas nuevas de 22 meses. 18.400 botellas.