El vino estrella y renovado de esta histórica bodega. Vino que se adapta cada añada a la evolución que exigen los tiempos. Tiene carácter, un carácter que tiene muy presentes los valores que siempre han distinguido a un buen vino: elegancia, equilibrio y matices. Viveza y madurez que se aprecian en nariz: frutas negras y madera, muy ensambladas, con notas que se derivan de ellas. A su pase por el paladar se muestra coherente y eficaz, frutal y maderizado, esto en su justa medida, con una sutil acidez.
100% Tempranillo. Estuvo 14 meses en barricas nuevas de roble Allier. En botella desde marzo de 2007.