Un vino que rebasa con creces lo que se espera de Alicante. Rústico y corpulento, como es característico, si bien noble y refinado. Eso es muy importante, con mucho empaque y, a la vez, sutil, dentro de la sutilidad que puede tener un vino mediterráneo. Intenso y muy complejo en aromas y sabores. En nariz se aprecian las confituras de frutos negros, muy exuberantes, entremezcladas con tostados, así como un fondo de madera finamente transmitido. Añadamos chocolate negro, eucalipto y aromaticos. En boca se reproduce la sustanciosidad de las confituras y una pasional manifestación de amargos, tánicos y cálidos, a los que siguen sensaciones de hiervas silvestres, tierra húmeda y torrefactos.
70% monastrell, 10% syrah, 10% tempranillo, 5% merlot y 5% cabernet sauvignon. Maloláctica en barrica. 16 meses en roble francés. Embotellado en julio de 2013.10.000 botellas.
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