Este vino ha ido ganando en las últimas añadas en fruta, de manera que, ahora, atesora una vivacidad importante, tanto en nariz como en boca. Fruta negra madura, que irradia frescor, vitalidad, sustanciosidad, tras las que aparecen sensaciones balsámicas, que dan paso a una tenue y seductora presencia de la madera, siempre en un plano secundario. En boca refrenda el equilibrio entre la uva y la crianza, prevaleciendo la materia prima, demostrando elegancia, armonía y sobriedad, resaltando una fina tanicidad y un atisbo de acidez en un conjunto gustoso, comedido y equilibrado, en el que se impone la clase, su enorme clase.
100% Tempranillo. Tiempo de crianza: 15 meses. 3.000 botellas.