Hola a todos los lectores de esta pagina, soy cocinero desde hace 24 años, convivo con mi madre que es una de las mejores cocineras tradicionales de este país y por supuesto la primera cocina que aprendí fue la de ella. He pensado en no decir nada, en callar, dejar que la tormenta del Santi pase, pero no, no puedo, me puede la incredulidad y sinceramente el daño que produce descubrir que alguien a quien admiraba pueda comportarse como Santi lo ha hecho. Solo quiero compartir en este foro mis reflexiones, a raíz de la acalorada intervención de este cocinero, que hasta ayer, admiraba muchísimo.

Hola a todos los lectores de esta pagina, soy cocinero desde hace 24 años, convivo con mi madre que es una de las mejores cocineras tradicionales de este país y por supuesto la primera cocina que aprendí fue la de ella. He pensado en no decir nada, en callar, dejar que la tormenta del Santi pase, pero no, no puedo, me puede la incredulidad y sinceramente el daño que produce descubrir que alguien a quien admiraba pueda comportarse como Santi lo ha hecho. Solo quiero compartir en este foro mis reflexiones, a raíz de la acalorada intervención de este cocinero, que hasta ayer, admiraba muchísimo.

A día de hoy, todavía no acabo de entender que alguien de mente y formas tan creativas y aceradas como Millás, al que disfruto con entusiasmo (y seguiré haciéndolo, desde luego), haya sido capaz de glosar al farsante de Santamaria, en la famosa rueda de prensa, como ejemplo de fruición de lo “políticamente incorrecto”. No entiendo, no. O acaso es que mi percepción se ha visto nublada por el gusto que profeso a la cocina contemporánea evolutiva, esa que, en palabras de Santi, está más cercana a los psicotrópicos que a la gastronomía.