Quique Dacosta ama profundamente los productos italianos y este plato es buena prueba de ello. Sobre la crema de parmesano, recubierta por un velo de gelatina de albahaca, se disponen unas hojas de albahaca silvestre, ramitas de albahaca greco, germinados de albahaca limonera, hojas de albahaca roja, flores de albahaca Tulsi, hojas de albahaca anisado y semillas de albahaca común. Un plato esencial y absoluto, basado en sutiles pero intensos matices de sabor.
¡Digno de las variaciones Goldberg de Bach!