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Cantina La Estación


Montserrat de la Torre
País: España
Localidad: 23400 Úbeda (Jaén)
Dirección: Cuesta de la Rodadera, 1
(+34) 687777230
Cierra: miércoles
Precio: 40/50 €
Precio menú degustación: 30 €


  Cantina de la Estación es un restaurante con una decoración curiosa ya que su comedor recrea un lujoso vagón de tren. El Jefe de la Estación es José Antonio Cristofani, un erudito sumiller capaz de transportarle por los mejores viñedos del mundo: Rhin Burdeos, Borgoña... En los fogones de la locomotora se encuentra su mujer, la gran cocinera Montse de la Torre, forjada en la Escuela de Hostelería La Laguna. Una joven realidad con ambición y grandes perspectivas.
Al vagón-restaurante de este gastronómico Úbeda-Express se accede, a conciencia, por una angosta barra de pinchos donde se tapea cuerpo a cuerpo: fideuà negra, alioli y mejillón; falso ochío relleno de rabo de toro y chocolate con crema de patata; albóndiga de calamar con panceta, mikado de atún, entre otras tentaciones bien resueltas de la gastronomía en miniatura, de la que la casa es una de las mejores representantes andaluzas.
El restaurante presenta una cocina andaluza creativa ecléctica harto laboriosa y hasta sofisticada. Construcciones complicadas y con alardes técnicos. Quizás habría que analizar la relación entre los fines y los medios, los medios y los fines. Aunque espectacular resulta humilde y muy efectivo el humus, o puré de garbanzos con berenjena, pimientos rojos y anchoas, todo expuesto como un canapé de alto copete con una pasta ciertamente frágil. Que la cocinera es ambiciosa queda patente en el carpaccio de vieiras con vinagreta de yuzu, naranja sanguina, frutos rojos y ralladura de lima, en que se entremezclan culturas jugando con la acidez y los matices, así como con el cromatismo, en una receta que sin ser un cebiche lo recuerda de alguna manera, claro que visto desde una optica muy de alta culinaria. Otra propuesta francamente interesante es el muy gourmand bombón de foie gras envuelto en oro y queso de cabra, un exceso de sabor que puede potenciarse hasta la última espiral del infinito si le solicita a José Antonio Cristofani que le sirva el vino más adecuado para la orgia. El pulpo a la brasa sobre gachas serranas, esponja natural de algas y esfera liquida de aceite de oliva virgen extra brilla sobremanera por el magnífico tratamiento del cefalópodo, terso y sabroso, de marticar y saborer, siendo la ornamentación la enésima demostración que aquí se juega a la importancia y que no se regatea esfuerzo. También de la mar es menester citar las célebres gambas blancas de Huelva sobre sal aromatizada; los chipirones rellenos de marisco en su tinta, con arroz salvaje y alioli, sabores tradicionales con el valor añadido de la tersura del producto y la gustosidad del marisco. En este capitulo sobresale el bacalao confitado, en verdad jugoso y diáfano, en aceite de oliva virgen extra sobre andrajos de Úbeda con gambas: una fórmula neta y noble. A su vez resultan muy apetecibles otros platos de carne como la perdiz roja de tiro escabechada con verduritas de la huerta y flor de zanahoria y el tostón caramelizado con un puré de cebolleta tierna y naranja.
A la hora de los postres existen distintas opciones atractivas, muy sabrosa aportación a la cocina vinícola como es el Camis del Priorato, una espuma de vino tinto, galleta de chocolate, crema de queso y frutos rojos.
Cantina de la Estación, una de las cocinas y bodegas más inquietas y selectas de Andalucía.