Este crianza, llamado a gustar a todos, no tiene competencia en La Rioja. Le distingue la entidad y la mucha calidad que atesora en esa gama de vinos. Aromas frutosos, a bayas negras, propios de confitura, impregnados de una leve y enriquecedora madera, con notas especiadas. En boca se expresa de manera elocuente, sacando a relucir ciertas cosas, frutas ácidas maduras y amargos muy matizados, así como una dulce tanicidad. Está presente una atemperada potencia, tiene su complejidad en la elegancia y sobriedad que le distingue, mostrándose evolutivo, con un logrado equilibrio entre materia prima y elaboración.
70% tempranillo, 20% de garnacha y 10% de graciano y mazuelo. Dos años en barricas de roble americano y francés. Embotellado en diciembre de 2010.