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Torre del Saracino


Pequeña lasaña de cigala, anchoas y sepia
Gennaro Esposito
País: Italia
Localidad: 80069 Vico Equense
Dirección: Via Torretta, 9
(+39) 0818028555
Cierra: Domingo noche, lunes y de mediados de enero a mediados de febrero.
Precio: 90/140 €
Precio menú degustación: 70 , 85 €


Gennaro Esposito ha experimentado una transformación culinaria radical. Tan increíble que si hace dos años que no visita el restaurante dudará muy seriamente haber estado con anterioridad. No reconocerá ni el local, ni la carta, ni un sólo plato...nada de nada. Perdura el carácter afable del patrón, un cocinero ambicioso que tiene dotes para llegar lejos, un triunfador. No escatima en medios: reforma minimalista de la sala, fenomenales equipos de sala y cocina, en definitiva, ha estructurado muy seriamente la empresa. Y hoy como ayer destacan las cualidades innatas del personaje, entre las que nos permitimos destacar una gran capacidad de razonar y un asombroso refinamiento que ha evolucionado hacia la inmaculabilidad sápida. Pureza, liviandad, belleza , concreción mental... forman parte de un estilo personal y moderno que se distingue por la esencialidad. Una asombrosa renovación mental sustentada en criterios coquinarios universales que se aplican al paisaje y a los gustos tradicionales de la Campania. Los mariscos y pescados del Mediterráneo crudos, las mil y una formas de la pasta, el omnipresente tomate, la mozzarella, la ricotta, las hierbas, etc., hacen sentir y paladear el territorio. Productos, por lo general, excepcionales que contribuyen a crear una atmósfera encantadora.
Los candeli rellenos de pesto de gambas con infusión de algas constituye el primer fogonazo de originalidad, sensibilidad y exquisitez. Que se refrenda con la pequeña lasaña de cigalas, anchoas y sepia; el crudo en todo su esplendor expuesto en consumado equilibrio. Los espaguetis a la carbonara de erizos de mar demostraron por enésima vez la consumada cocción que se aplica a la pasta y la precisa sabrosura que se la impregna sin perder un ápice de su identidad. El risotto de higos secos con albahaca y bacalao confitado es un prodigio de contrastes y armonía, deparando infinita satisfacción intelectual y palatal. El huevo en el purgatorio con sublime salsa de tomate, láminas de trufa blanca y gambas crudas y calientes se sustenta en argumentos tan conocidos como irrefutables. El calamar ¡Qué sabrosura!¡Qué textura! relleno de un picadillo de frutos de mar y verduras y dispuesto sobre un lecho de tomate y judías verdes es otra exaltación de la manjarosidad expresada con sencillez y audacia. Portentoso, por calidad del pescado, por frescor, por jugosidad, por naturalidad, los salmonetes a la plancha adornados con crema de hinojo, pesto de olivas negras y sutiles ñoquis. Y en su progresión Gennaro Esposito incluso ha osado aligerar el pantagruélico babá napolitano al ron, que ahora se muestra mucho más etéreo, esponjoso y delicado.
Sube de calificación y puede volver hacerlo en los próximos meses a nada que perdure en el esfuerzo y siga madurando y puliendo el estilo.