Las verduras de esta compleja elaboración se sirven acompañadas de crema de lechuga de caserío, infusión de tomate, jugo yodado, pétalos de flores y bogavante. Dos palabras bastan para describir el resultado: ¡bellísimo!, ¡buenísimo! Con tenacidad, empeño y meticulosidad, Martín Berasategui ha conseguido alcanzar un nivel de perfección técnica casi sin parangón en el resto del mundo. Es prácticamente imposible reprocharle un solo fallo.