Un vino diferente, en cuanto ostenta características organolépticas muy definidas, en las que sobresale claramente el amargor, derivado de la elaboración y de la crianza en barrica. Amargor, muy sutil, aunque nítido, inconfundible, que promueve referencias a tostados, café y almendra amarga. Para ser un burdeos, es un vino delicado, aunque con la plena identidad que distingue a las variedades y la zona.
60% merlot y 40% cabernet sauvignon. El periodo de crianza en roble francés fue de 12 meses, el 30% nueva. Se embotello en setiembre de 2001.