En Busca de Nuestra Identidad Gastronómica
Es interesante, y a su vez, importante, conocer nuestro origen gastronómico. Para ciertas generaciones no les resulta complicado, les basta con echar la vista atrás y recordar todas aquellas comidas que degustaban en su infancia y les evoca un momento. La cocina tradicional suele ir ligada a una serie de acontecimientos y de momentos especiales. ¿Quién no ha comido migas en un día de lluvia, un arroz los domingos en una reunión familiar, una tortilla de patatas en el campo o en la playa?. Si hay alguien, eso es sin duda sintomático de que pertenece a la nueva era de confusión gastronómica.
Vivimos en una época de desbordamiento y nos inundan un sin fin de elaboraciones y productos que nos complica incluso la elección. Han bastado unos años para borrar lo que manteníamos durante décadas.
No pretendo con esto negar la evolución y enriquecimiento que está surgiendo a nivel gastronómico nuestra sociedad, mi llamada de atención va dirigida a los que hemos degustado y disfrutado de manjares llenos de tradición y encanto que nuestros antepasados nos ofrecían y que, de alguna forma, no le estamos permitiendo a nuestros sucesores la oportunidad de descubrir los sabores que nos han acompañado en tantos y tan buenos momentos.
Granada