"El alma del ateismo. Introducción a una espiritualidad sin Dios."
Estamos en un momento muy extraño en la gastronomía española.
Enrarecido, por un vacío, que nadie parece querer abordar, y que tampoco nadie quiere asumir responsabilidades.
Me apuntare esta iniciativa, que intentaré ser lo mas parcial y coherente posible, sin arrimarme a el amparo de ninguna de las partes contratante (responsables) de este momento, dramático. Aunque he de decir que estoy mas del lado, de aquellos, que están haciendo de España una referencia mundial y envidia culinaria del Mundo.
TERRORISMO:
“Hemos vivido un atentado terrorista en toda regla, en medio de la estación central del tren de Madrid”. Los terroristas han puesto una bomba y sin darnos cuenta no hay nadie que condene este acto. Mas bien, algunos se apuntan un tanto ganador, por que ellos ya lo decían tambien en lo bajini y ahora hay alguien que ha puesto cara a sus pensamientos.
Unos pensamientos e ideologías, que por otro lado son de todos y que casi todos responden a ello, mejor incluso que el que puso la bomba.
Vaya por dios. Resulta que ha pregonado con un ejemplo, que el no cumple, mas que con palabras y discursos de un autentico predicador, con mandamientos de un dios, que nunca el ha visto, pero del que se quiere apropiar por que creé hablar en nombre de Dios
(Espero me estéis entendiendo)
APOSTOL SANTAMARIA.
Santiago Santamaría, ha hecho demagogia populista con un discurso trasnochado, que no digo, no vigente.
¿Es que el señor Santamaría utiliza mejor materia prima que los 20 grandes de la alta cocina española? Ya les digo que no. Tampoco digo que peor, pero mejor no.
No se dejen llevar por un sermón. Visiten los restaurantes y confírmenlo ustedes mismo.
Todos llevamos años, hablando de la necesidad de insistir en la mejor materia prima. De su busqueda, mejor tratado y conservación del medio o habitat.
¿Es que el señor Santamaría no es un cocinero mediático?
Monopoliza un periódico llamado La vanguardia de Cataluña. Portada con sus estrellas michelín. Suplementos semanales y presi de relais chateux, para monopolizar y promoción propia
Nos dice no vender nada y que no viene a vender nada…tras las cuatro primeras frases sobre la mesa, unas botellitas de vino de la marca Can fabes…para mas INRI.
Ademas de cacerolas, platos, libros, coleccinables,pack navideños, de no demasiada calidad, que se diga, entre otras cosas y yo diría que con esto ya vende más cosas que el resto de sus colegas.
No se si seguir deletreando la farsa de su discurso, que fue contradiciéndose según iba transcurriendo “su misa del jueves a las 12”.
Lo importantes es cocinar, (digo el). Hace tres meses, en su periódico, La vanguardia, el decía que ya no cocinaba para nadie, solo para su familia. Y yo me pregunto, ¿entonces en que quedamos…?
No voy a seguir debatiendo cada una de sus grandilocuentes frases. Ya lo han hecho otros, sin llegar a ningún sitio.
Es este el único oficio en que un integrante del mismo, se permite atentar hacia el resto y algunos (muchos) le aplaudieron. Seguro dejados llevar por un momento de énfasis sin aun una reflexión y guiados por muchos extranjeros, que no sabían muy bien lo que oían y menos aun como se lo traducían, ni en la guerra que el apóstol los metía.
Aun no entiendo como se pudo aplaudir aquella mítica frase ya, “de que la buena cocina es la que se defeca bien…” pues esto, se aplaudió tambien y mucho… Pregunten a algunos de los que allí estaban si aplaudieron…todos dicen que el no aplaudió.
Nunca en la medicina, en el teatro, en la arquitectura, en la docencia, en ninguna otra profesión un profesional, ha tenido la cara dura de hacer esto a su propio oficio. Pero el apóstol Santamaría, si.
LOS CONGRESOS.
Conviene no mezclar las churras con las merinas. Esto no es una guerra ni de estilos ni tipos de cocinas. La cocina en este entramado esta al margen. (Imagínense, estamos hablando de cocina y la culpable no es ella precisamente). Como tampoco hay que engañar a nadie. Nada tienen que ver los congresos con los restaurantes. Nada tienen que ver un congreso de medicina con una sal de operaciones. Las escenografías que un cocinero pueda llevar a utilizar para cautivar, explicar, entender mejor, mostrar más gráficamente un mensaje, a los asistentes al mismo. No tienen nada que ver con las forma que llevar a cabo el acto de comer en un restaurante. Quiero decir, que son medio diferentes. ¿Como hacer entender a la gente a que sabe un plato que no se van a comer?. Pues dando cierta escenografía a el mismo.
Cierto show es en las ponencias es injustificado. Cierto, pero hay que entenderlo tal y como es. Casi nunca se muestra así en el restaurante.
Tambien es cierto que los congresos se han creado para enseñar las últimas aportaciones técnica, o los últimos productos, “las ultimas herramientas con las que operar mejor y diferente”. Los mejores artesanos, que crían o consiguen ciertos producto, herramientas, están en las ponencias y en los stand. Ademas de salas paralelas que se muestran catas de vinos, aceites, quesos, panes…
Pero no para hablar de cosas sobre entendidas y que ademas todos o la gran mayoría hacen.
Suena surrealista que alguien sea capaz de atentar contra la tecnología, cuando el es el primero en utilizarla, como todos. ¿Que es si no un horno de convención, como el que el tienen? O un termomix, o una plancha de cromo duro.
La luz ha supuesto una revolución en la cocina. Los cocineros, se han beneficiado de las, para picar, triturar, asar, pero no son culpables de crear maquinas, son culpables de su buena o mala utilización.
¿Entonces que hace el apóstol Santamaría, en un congreso con un lema muy claro, la vanguardia?
Pues eso, atentar hacia ella.
¿El señor Jose Carlos Capel, no sabia cual era el mensaje que el apóstol, iba a soltar, cuando venia diciendo a sus mesas cómplice, que iba a ser muy bueno y que iba ha abrir un debate…?
Pues en cierta medida es culpable de que en este momento el terrorista haya puesto una bomba injustificada, y que este libre y sin culpa.
Si nos hemos sentido orgullosos de la creatividad de nuestra cocina (y me siento, al menos yo). Si hemos hecho bandera de nuestras reflexiones y consecuentemente mejoras de los cocineros. Si nos hacemos protagonistas de ser acicate para la revolución y evolución de la gastronomía española, hoy envidia del mundo entero. Por que ahora le preguntamos a el de al lado que se mire bien que esta haciendo las cosas mal.
¿Qué se esta haciendo mal?
Es que el señor Santamaría no esta en la farándula, más que en su casa. Tan solo tienen que mirar en su web. En las noticias, ¿donde ha estado en los últimos 60 días? En todos lados, menos en el restaurante.
CUAL DEBE SER LA POSTURA DE LA CRÍTICA.
Tal vez Jose Carlos Capel, Rafael García Santos, Cristino Álvarez, Carlos Maribona, Rafael Anson, Pau Arenos, etc. etc., son los que tienen que decir que es lo que quieren hacer y en que lugar y de que lado están.
Los cocineros, son cocineros. Y deben analizar esta guerra que no es de ellos. Por que la guerra de los cocineros esta en sus restaurantes, no en los congresos. Los congresos son un invento de los críticos.
¿Pregunten a los cocineros, si les hace ilusión ir a un congreso en estos momentos? A cualquiera de ellos. Están cansados de este entramado que los críticos les han metido.
Señor Capel. Usted organiza congresos por el mundo con un motivo. La vanguardia Española. ¿Se ha planteado preguntarse que va hacer si la vanguardia española ya no quiere ir con usted a estos eventos suyos? ¿Llamará al Apóstol?
García Santos, tiene un congreso de gastronomía donde la creatividad y la vanguardia es su filón su motivo y lo que le ha colocado entre los críticos del mundo, gracias a la creatividad de los cocineros españoles. No precisamente por el señor Santamaría que ni tan siquiera le deja poner su foto en su guía. Y resulta que su artículo, no se sabe bien de que lado esta. Usted sabe que es el momento de nombrar. No de andar dejando intuir las cosas y meter de cara al lector, a todos en el mismo saco. Si esta de un lado u otro, solo tendrá que decirlo. Escriba un artículo, diciendo lo que la alta cocina española nos ha dado y nos va a seguir dando.
Y así suma y sigue con el resto.
Renuncien a sus congresos creativos, por lema y tema, ya que no están del lado de la creatividad.
No quiero liarme más, en este entramado que no nos llevara más que a llenar el restaurante de un cocinero (el apóstol) que no tiene Clientes. Que tiene ademas a toda la profesión en contra y que ademas la misma se encuentra desamparada de los que principalmente se están enriqueciendo de ella, que son principalmente los críticos.
Os es que de los congresos, de esos que el señor García Santos, dice tener que ver si están mas en la farándula, que en su cocina o el señor Capel. Los menten ustedes. Que dirían si los 20 primeros cocineros españoles, según las guías, se negaran en estos momentos a ir a sus congresos. Que no fueran ni uno solo. Es una reflexión para los cocineros. Quedaros en vuestros restaurantes. No vayáis ningún congreso.
¿Cuanto cobráis por ir a uno de ellos?
Nada, verdad. ¿Que ganáis, entonces? El estoque de estos que ahora se preguntan cual es el papel de la crítica en este circo. Se quieren lavar las manos, como si esta guerra fuera de los cocineros solo cuando ellos son los inventores de los congresitos.
¿Cuántos les paga un congreso a los cocineros, para desarrollar las ponencias, que hacen? ¿Los productos que utilizan? ¿Los gastos de producción de los videos que enseñan? ¿Cuanto cobran por los días en ese congreso, dando por otro lado prestigio al mismo congreso y su director?
Un circo que han creado ellos, y que los cocineros, han apoyado por el bien de la gastronomía. Por la difusión de la misma, por el engrandecimiento de nuestra gastronomía. Por el bien de todos, por una imagen digna en la sociedad. Por que no estén mal mirados como hace tan solo veinte años.
Os es que lo críticos no están mejor mirados en la sociedad que hace 20 años. Al igual que los cocineros. La gastronomía no es solo propiedad de los cocineros. Es tambien, de los medios, los críticos, las revistas, los fotógrafos, de los clientes. Es que España no esta en el ojo del mundo gracias, tambien a la gastronomía…
Muy bien señores. De que quieren que hablen los cocineros antes una postura de los medio así.
¿Cual quieren que sea ahora su postura antes un momento como este?
(Anónimo)