La palabra “lujo” hace referencia a aquellos bienes, arreglos, obra de arte u objetos que exceden lo necesario. Aquello que para ser adquirido sobrepasa los medios normales, cuya demanda se incrementa proporcionalmente con el aumento de ingresos a diferencia de los bienes para cubrir necesidades.
¿Pero realmente que podemos entender por el lujo en la gastronomía?: Muchos consideran o hemos considerado en un tiempo, que el lujo en gastronomía es aquello que es “intocable”, lo más caro, lo inalcanzable, lo exclusivo, lo último. Parece que si no lo hemos vivido o probado no somos nadie o no sabemos de la materia. De hecho hay un tanto de veracidad en lo descrito, pero después de muchos años de andar, correr, parar, reflexionar, callar, hablar en demasía y en resumen, opinar en el mundo gastronómico y en el concepto genérico de lujo, considero humildemente que el lujo no es local y lo mismo aplico al concepto gastronómico.
Cada uno percibimos el lujo de una manera y en un momento determinado, pero si en algo estoy convencido es que cuando considero que “no es local”, quiero decir que el lujo no está en un lugar, territorio o comarca, y en el caso de la gastronomía no es lujo un producto determinado, más bien, lo entiendo como el poder de decisión libre y de manera desinteresada de lo que puedo elegir, donde, cómo, cuándo y con quién. Eso es el verdadero lujo, lo otro considero que es adquirir un bien de escasa cantidad a un precio que marca el propio mercado (oferta/demanda) y que estamos dispuestos a pagar por convicción personal o presión social.
Lujo gastronómico es tener el poder de decisión de acudir a un restaurante u otro; poder comer el producto más exclusivo o el que menos; ponerte en manos de un profesional y su poder de decisión; disponer de tiempo, gusto, variedad, conocimientos y compañía para disfrutar de ese momento.
Nuestro “querido y apreciado” Don Rafael Ansón (presidente de la Academia Española de Gastronomía, condecorado con la medalla al mérito turístico) lo ha comentado en infinidad de ocasiones: “Lujo es comer una buena sardina confeccionada de manera sublime acompañada de un buen caldo (vino)” sin determinar ni acotar marca, precio, lugar etc. Supongo que todo ello a colación del extraordinario artículo publicado en esta revista “sardinas pescado veraniego” por nuestro querido Cristino Álvarez (alias Caius Apicius). El verdadero lujo más allá de poder y querer pagar una cantidad “x” de dinero y en parte gracias a nuestros cocineros estrellas y a la materia prima que vienen manejando, es poder disfrutar gastronómicamente en un taburete, de pie en la barra o sentado, mientras haces amigos. Esa libertad es la gran aportación de la gastronomía española al concepto lujo.
Yo voy a una tasca, pido unas tapas y enseguida entablo conversación con la persona que tengo al lado. Si quiero tomarme ocho tapas, me tomo ocho; si prefiero un solo plato, me tomo sólo uno. Y esto lo están imitando en todo el mundo, es muy curioso pero nada extraño. En muchos países ya ponen tapas, aunque sean de sushi, porque quieren copiar nuestra forma de comer y nuestro concepto gastronómico. El concepto se confiere en todas aquellas formas de la libertad que en cada individuo se unen como el interior y exterior de una malla de valores, juntos en una dinámica de compromiso y de lucha por el poder desarrollarse y aprender entre los individuos. Las personas luchamos por la aceptación social y el respeto en la mesa. Es un lujo poder pensar y expresarse en libertad. No tengo que decirles que puede llegar a entenderse lujo gastronómico en cada persona.
Y es que es del todo curioso que el concepto de Gastronomía, sea el estudio de la relación del hombre, entre su alimentación y su medio ambiente (entorno) y gastrónomo la persona que se ocupa de esta ciencia. A menudo se piensa erróneamente que el término gastronomía únicamente tiene relación con el arte culinario y la cubertería en torno a una mesa, sin embargo ésta es una pequeña parte del campo de estudio de dicha disciplina. En definitiva la gastronomía estudia varios componentes culturales y sociales tomando como eje central alimentación y la comida.