Tortilla de Patatas, Bar La Tertulia

  Charley Dall´Orto es un japonés nacido en Perú. No lo decimos por sus rasgos sino por el ritmo y meticulosidad con que trabaja. Curra y firma cada una de las, más o menos, 50 tortillas que oficia cada día,  en la diminuta cocina, de 4 m2, en la que solo cabe él, y, a ratos, un ayudante. Espacio que refleja la humildad del local, pequeño y sin apenas decoración, que tan solo dispones de 4 mesas bajas y 2 altas. A la constante e ininterrumpida salida de pinchos ayuda la terraza, en el soportal del edificio, también austera. Tanta sobriedad no ha sido obstáculo para su vertiginosa popularidad, para haber conseguido un ÉXITO FULGURANTE, que se inicia en MAYO DE 2019, junto a su mujer, que atiende la barra.

¿En qué se sustenta tan CLAMOROSA CLIENTELA?   En el esfuerzo ímprobo, en un perfeccionismo inquebrantable y en un don del punto proverbial.  Charley y están demostrando el mundo que alcanzar el triunfo no tiene secretos: sudor y convicción. Su proyecto de vida, su negocio, está en fase expansiva. Si siguen por el mismo camino, alcanzará metas más altas.

Ofrece tortillas de paleta ibérica con ali oli, de jamón y queso, de bonito con mayonesa y de aguacate. Y, claro está, la TORTILLA DE PATATAS AL ESTILO DE SANTANDER. Ha leído bien, tortilla de patatas de Santander, que tiene su estilo, como las de Betanzos, muy diferente de las gallegas.

Se caracteriza por presentar UNA COSTA, la que recubre, FINÍSIMA, de apenas 1 milímetro, con una tonalidad DORADA UNIFORME, se moldea a fuego suave.

se distingue por brindar, en el interior, UN TEXTURA CREMOSA, que resbala en boca, deslizándose amablemente.   FUNDENTE: le da forma en la sartén, entre 80 y 85 grados, utilizando termómetro, filtrándola calor, para que quede fundible.

En cuanto AL SABOR, SINTETIZA LOS ATRIBUTOS DE LA PATATA, LA CEBOLLA Y EL HUEVO, PREVALECIENDO LA GUSTOSIDAD DE CONJUNTO SOBRE LA PUREZA DE CADA INGREDIENTE. Muy placentera.

Más sobre EL GUSTO, se significa POR SU SUCULENCIA Y DULZOR, a lo que contribuye una fritura viva y larga de la patata y la cebolla…hasta amarronarse. Lo que dar carácter y “carameliza”.

En lo que respecta a la JUGOSIDAD, es jugosa sin que se signifique el huevo, más que verse se aprecia, empapa y pinta la patata, como si se le dieran un barniz con un sabayón.  La cebolla y la textura tierna y cremosa potencian esa sensación más que la cantidad de huevo en liza, insistimos.  

Y por una TONALIDAD MARRÓN consecuencia de “tostado” al que se somete a los elementos.

 Veremos que nos depara en el futuro Charley Dall´Orto…puede darnos días de gloria.