Siempre he sentido una pasión desmedida por Michel Guérard. Personalmente, a principios de los ochenta, del siglo pasado, allá por 1981, 1982 y sucesivos, descubrí de su mano otra dimensión gastronómica. Muchas cosas contribuyeron a ello. El Huerto del Cura hizo sentir a todos los visitantes del paraíso Le Prés d´ Eugénie, en Eugenie-les-Bains, en Landas, el universo del frescor exuberante de las hierbas aromáticas. Marcó una época, como Rob Baan “Koppert Cress”, desde Holanda, esta haciendo ahora con los microvegetales.