Enrique Remis elabora este queso en Belbín en la temporada de verano con las leches de sus vacas, ovejas y cabras; es una mezcla de la tres; siendo la producción muy limitada.
Tiene un carácter ancestral, rústico, nobilísimo... al que no se le puede discutir su calidad sí su carácter primario. Extraordinariamente sustancioso, muy concentrado, lácteo, eminentemente lácteo, seco, algo picante. Atesora sensaciones a campo, hierbas, sin apenas acidez, con notas de humo. Textura muy especial, un tanto granulada, que se funde cremosamente.