Las huevas de esta firma, una de las más señeras y voluminosas entre las empresas salazoneras del Mediterráneo, tienen una inmensa virtud: ir un tanto más bajas de sal de lo que es habitual, lo que hace que ganen en jugosidad, ternura y franqueza gustativa. Por tanto, unas huevas, en este caso las de mújol, aunque también se hace extensivo a las de atún y maruca, más suaves y fáciles de comer. La sal impregna de carácter al ingrediente principal, cuyas características intrínsecas se manifiestan con franqueza. Se comercializa en paquetes de 80 y 150 gramos.