6,5

Ziryab Taberna Gastronómica

Baldomero Gas
Baldomero Gas
Country: España
City: 14003 Córdoba
Address: Calle San Felipe, 15
mapa
957498117
Closed: 24 de diciembre
Price: 25-30 €
Tasting menu:: 22 €


  • Salmorejo Cordobés
  • Salmorejo Cordobés
  • Arroz meloso con boletus
  • Arroz meloso con boletus
  • Bacalao sobre falsa fideuá con mojo de cilantro
  • Bacalao sobre falsa fideuá con mojo de cilantro
  • Rabo de Buey
  • Rabo de Buey
  • Sopa de yogur
  • Sopa de yogur
  • Brownie de naranja
  • Brownie de naranja
Perteneciente al Grupo Bodegas Mezquita, que dirige el restaurador Baldomero Gas, un hombre muy comprometido con su ciudad y que tiene también el proyecto vital y cultural de situar a las tabernas cordobesas de toda la vida en un lugar de honor del mapa gastronómico. Su visión de las mismas supone  una innovación dentro del costumbrismo culinario cordobés.
De decoración minimalista, el nombre de esta gastrotaberna rinde un doble homenaje: por un lado, al poeta y músico local  Ziryab, que vivió en el siglo X y cuyo arte estaba adelantado a su tiempo, como el del propio Baldomero Gas; por otro, a la renovación de un clásico de la hostelería del siglo de Oro: la taberna tradicional. En Ziryab, la base de partida para desarrollar una culinaria  evolutiva se sustenta, en primer lugar, en la  primera verdad de la cocina: un producto de primera calidad. De hecho, el origen del Grupo Bodegas Mezquita se encuentra en una tienda de productos delicatessen. Este negocio era el proyecto gastronómico originario de la familia de Baldomero Gas, un establecimiento temático donde se ofrecen los mejores productos cordobeses y andaluces (véase:  http://www.lomejordelagastronomia.com/delicatessen/bodegas-mezquita-gourmet ).
Al frente de los fogones de Ziryab se encuentra el cocinero Ramón Montilla, quien renueva la carta con criterios estacionales. Es obligado paladear la receta más insigne del territorio, el salmorejo cordobés, que hace gala de  una textura sedosa, de un sabor refrescante y de unos complementos irresistibles:  jamón serrano del mejor y huevo duro. Otra tentación rebosante de aromas campestres, en concreto de Sierra Morena, naturalmente, un guiso de arroz meloso que rezumaba a boletus. A la gramínea le puede  seguir un plato de pescado de tierra adentro: bacalao con falsa fideuá y mojo de cilantro. Cuaresmal y con dúplices resonancias, por un lado, levantinas, por otro, a islas afortunadas. Ah, el bacalao muy logrado. Presentaba un punto de cocción convencional, a pesar del cual la pieza podía desarmarse en láminas un tanto  jugosas y bien hechas.
Más y más identidad cordobesa encontraremos en el  rabo de buey confitado y deshuesado, que se acompaña con patatas torneadas rellenas de salsa levemente brava y un delicado puré.
En el capítulo de postres, puede terminarse con el mismo frescor con el que se iniciara la comida, ahí está la muy refrescante sopa de yogur; con un muy interesante brownie de naranja, o con ambos. En definitiva, cocina costumbrista renovada.

El local también dispone de un cuidado espacio de coctelería + info



ELECTROLUX “El Traje Nuevo del Emperador”

 ¿Es el mejor restaurante del mundo? - me preguntaba esto al salir de Noma una semana antes de que revalidara este dudoso título-.
¿Es -era: hace tres años que no tengo el gusto de ir- El Bulli el mejor restaurante del mundo? Nunca, al salir de Cala Montjoi me cuestioné esto. Lo tenía clarísimo.
Uno, no tiene el privilegio de comer todos los días en restaurantes de este “tipo”. Pero, si es cierto que al cabo de los años también uno almacena en el disco duro de la memoria del paladar recuerdos imborrables y sensaciones de lo acontecido en algunos templos de la gastronomía.
Parto de la base que posiblemente mi paladar no esté a la altura del grandioso chef danés; y, doy la razón a otro gran chef español cuando afirmaba “para comprender mi cocina hay que tener un elevado coeficiente intelectual”. La Cocina Kilómetro Cero, la Gastronosequé... son neologismos que me dejan más frío que a Di Caprio cuando naufragó el Titánic. Me protejo contra esa tendencia verdulera que practican algunos cocineros preguntándoles “¿cuándo viene la chicha?”. Frases como“me ha dicho tal chef que me va a dar tierra para comer...”o sandeces similares me alarman cuando me las susurra al oído algún snob con los ojos en blanco; tratando de encontrar la quinta esencia de la gilipollez en las creaciones de algún cocinero abducido por Paco Porras.
Su filosofía –la de René- de proximidad, contrapuesta a la universalidad del de Rosas me hace inclinar la balanza del goce puro y duro hacia “el cosmos” Adriá. ¿Quizás sea porque prefiero el gusto mediterráneo mejor que el nórdico? Y que Dios me perdone si digo que comí mal en el por segunda vez mejor restaurante del mundo. Pero sentí que a veces acariciaba una redundancia efectista que nada aporta: platos como la ostra sobre un montón de conchas de bivalvos y piedras, el simple huevo ahumado, las cáscaras de mejillones vacíos de los que sólo comes uno, el tiesto con rábanos crudos enterrados en una tierra de avellanas y cereales o la simpleza de los postres: algunos – zanahoria nitro- absolutamente tediosos a la hora de comer. Me hicieron sentirme como el niño del cuento de su paisano Hans Christian Andersen- qué oportuno-, “El traje del Emperador”. Si a todo esto añadimos la visión parcial y cabrona de este camarero que escribe: cuando le niegan un bloody mary de aperitivo o me preparan uno de los gin tonic más tristes que he probado en mi vida... Incorporar encantadores cocineros al servicio de sala, integrándose en la puesta de escena, son a mi juicio geniales aportaciones “al todo” de un restaurante; que buena falta le haría a algún cocinero/soberbio/engreído esa cura de displicencia frente al cliente. Otra cosa que no me molesta en absoluto es la ausencia del mantel en la mesa-¡ole tus cojones Redzepi! ¡Qué cierren las lavanderías!- , que me parece una austera licencia radical y transgresora (adjetivos que también utilizaría para definir su cocina) ; si que me cabrea enormemente ver los desconchones que tienen las paredes: será por la matraca que nos pegan a los del Bohío por la decoración mesonera.¿Estaré traumatizado por eso? Posiblemente.
Mi arquitecto de cabecera, el ilustre esquiviano Manolo Guardia, me asegura que es la decoración de actualidad: nada de restaurantes burgueses; sino que ahora se lleva la “no intervención: las heridas a la vista”.
Redzepi es un gran cocinero,-¡ojo!-. “Es un cocinero talentoso...”de esta manera se deshacía en alabanzas RGS cuando le comenté a vuelapluma mis sensaciones. Yo no lo dudo: si el danés hubiese nacido en Burkina Faso o Addis Abeba tendría sin lugar a dudas el mejor restaurante de África... Ya se las ingeniaría para explotar esa estéril tierra. El estoico chef haría de la necesidad: virtud.
La impostura del traje del Emperador no se debe al gran Redzepi, por los clavos de Cristo. Pero que alguien me conteste:¿cómo y de qué manera se puede sacar esta conclusión para elaborar un ranking de un espectro tan general? ¿Quién elige a ese jurado -de nombre: ELECTROLUX World´s 50 Best Restaurants- compuesto de 837 sabios gastrónomos de todo el mundo? ¿Es Le Chateaubriand el mejor restaurante de Francia? ¿No será esto una maniobra anglosajona contra la cocina francesa?¿Cuántos miembros de ese enigmático jurado han comido en los restaurantes premiados? ¿Sabe el jurado qué se come en Noma? Preguntas para mí sin respuesta... A excepción de esta última.
 



7,5

Salmorejo Raf Santa Teresa


YEMAS DE SANTA TERESA, S.A.

Country: España
City: 28290 Las Rozas (Madrid)
Address: Chile, 10. Edif. Madrid 92
(+34) 916369260
Price: 2,90 € 500 ml.


Santa Teresa completa su gama de sopas frías andaluzas con este Salmorejo Raf, que se diferencia del triunfal Gazpacho Raf, único en su genero en el mercado, en que tiene algo más de cuerpo, por la presencia del pan, y en que éste minimiza la matizada acidez que caracteriza al gazpacho. La inexistencia del pepino contribuye también a atemperar el gusto, haciéndolo más fácil, ni mejor ni peor, es una cuestión de conectar más con uno u otro. Delicado, refrescante y muy auténtico. Se puede comer tal cual o aderezar con lo que se quiera, desde el huevo duro picado con trocitos de jamón ibérico, a cualquier marisco: unas quisquillas y un salazón rallado (huevas de atún o de mujol, o mojama).



Córdoba: Bodegas Mezquita Gourmet

Tres años después, Bodegas Mezquita vuelve a abrir su tienda gourmet especializada en productos cordobeses junto a la Mezquita Catedral, concretamente en la calle Cardenal Herrero esquina con la calle Céspedes.
Con la apertura de la primera tienda Gourmet en 1998, comenzamos a comprender la importancia de la calidad en las materias primas que se usan en la restauración. Incluso después de elaborar platos complejos, los sabores y las características organolépticas de los productos gourmet, dejan su huella, algo que nota el cliente, tal como llevamos demostrando desde 2004 con la apertura de la primera Taberna Bodegas Mezquita.
En la nueva Tienda Gourmet Bodegas Mezquita se pueden encontrar los manjares cordobeses más tradicionales y exquisitos, solo productos de la zona, los mismos que empleamos en las cocinas de nuestras Tabernas.
Con esto, el viajero no solo se queda con los sabores tras un almuerzo o cena en las Tabernas Bodegas Mezquita, ahora también puede llevar esos productos a casa y compartirlos con la familia o los amigos en la comodidad de su hogar.
Entre los productos gourmet que podemos encontrar, una amplia gama de vinos de la tierra, de los cuales, algunos destacan por su exclusividad, como el Pedro Ximenez Solera de 1874 con más de 25 años de crianza, una edición limitada de las Bodegas Delgado, o la edición especial de Pedro Ximénez Elio Berhanyer.
Entre los blancos destacan el Fino Segunda Bota o el Fino Manolo, ambos de sabor seco y punzante, en boca recuerdos de flor y frutos secos.
Característica también la variedad de aceites gourmet, entre la que se encuentran las ánforas tradicionales marineras, con un coupage de aceituna Hojiblanca, Picuda y Carrasqueña, todas ellas caracterizadas por sus sabores dulces y característicos aromas afrutados, con una conservación propia para albergar la selección de la mejor producción anual de estas variedades.
El aceite de arbequina es uno de los productos estrella, una variedad característica por unos aromas y sabores que no pueden dejarte indiferente, con toques almendrados, sin dejar nada de picor ni amargor en el paladar. Podemos afirmar por experiencia que es ideal para el salmorejo.
Con la oliva no solo se hacen excepcionales aceites, en la tienda gourmet de Bodegas Mezquita se puede encontrar el paté de aceitunas de “La despensa nuestra”, un paté cremoso, de sabor espectacular.
Entre la gama de quesos, destaca el queso de cabra en aceite o unos espectaculares curados y semicurados, tanto en aceite como de prensada tradicional.
Completan el festín para llevar la miel de frutos secos de la Sierra de Montoso o la miel en panel, no hay nada más natural.

 

 

City: 14003 Córdoba
Address: Cardenal Herrero, 8 (esquina Céspedes)
957100606
  Ver perfil
Closed: 24 de diciembre




7

Gazpacho con Frambuesas Santa Teresa


Gazpacho con Frambuesas Santa Teresa
YEMAS DE SANTA TERESA, S.A.

Country: España
City: 28290 Las Rozas (Madrid)
Address: Chile, 10. Edif. Madrid 92
(+34) 916369260
Price: 2,90 el brick de 500 ml.


Si esta marca ha marcado la diferencia en el mundo de los gazpachos, y tanto que la ha marcado, con su versión raf, ahora se incorpora al mundo de la sofisticación, cambiando las cerezas triunfadoras en la alta cocina de autor hace unos años por las frambuesas. Hay que decir que aunque tiene diferencias, la base es la misma del prestigioso Gazpacho Raf Santa Teresa. Mantiene ese mágico equilibrio entre dulzor y acidez que caracteriza a la receta madre, con el cariz frutal, ciertamente refrescante, que distingue a la frambuesa. Por lo demás, refinado, ligero y con un puntito de magia, que a muchos le hará más atractivo.



El Protocolo de los Espárragos

Abril, además de ser el mes de las «aguas mil», según el refranero, es uno de los más pródigos en delicadezas gastronómicas; en abril canta el cuco, lo que quiere decir que estalla la primavera, y uno de los signos más característicos de la primavera gastronómica son los espárragos.
 
Ya sé que podemos comer espárragos todo el año, que hay conservas maravillosas, como las acogidas a la D.O. Espárragos de Navarra; pero no hay nada como saborear unos espárragos frescos, recién cogidos, en el mes de abril. Ahora bien, con los espárragos a mucha gente le surge un problema nada despreciable: ¿cómo comerlos?
 
No me refiero a si cocidos, gratinados o a la forma de prepararlos. No. Hablo del procedimiento. Todavía hay gente mayor que proclama que la única manera civilizada de comer los espárragos es con la mano, tomándolos por el extremo opuesto a la punta.
 
Lo del «todavía» viene a que, a diferencia de estos tiempos en los que nadie parece educar a los niños en la mesa, antes había libros -de urbanidad, se llamaban- que regulaban todos los comportamientos. En ellos se prescribía el uso de las manos para comer espárragos.
 
¿Comerlos...? No estoy yo tan seguro. De la misma época viene la tontería en verso de que «quien nísperos come / o espárragos chupa / o bebe cerveza / o besa a una vieja / ni come, ni chupa / ni bebe, ni besa». O sea: los espárragos se chupaban, no se comían. ¿Cómo era eso?.
 
Fácil. No se comían completos, porque se servían muy largos, igualados en longitud, sí, pero sin eliminar totalmente la parte leñosa de la base. De modo que el comensal tomaba el espárrago por esa base y lo iba comiendo desde la punta, mojándolo en la salsa -mahonesa, vinagreta-... hasta llegar a la zona que no había manera de comer, por dura, con lo que el último toque era darle un chupetón a ese madero, para aprovechar sus más íntimas esencias, y desechar ese extremo del espárrago.
 
Para que se hagan una idea, así describe el procedimiento el exigente Ángel Muro, a finales del XIX: «Yo los como cortando las cabezas con el tenedor, y con una yema de huevo duro, mostaza, vinagre, aceite, sal y pimienta en el mismo plato; aplasto la yema y las cabezas, mezclo con el líquido y voy mojando y chupando uno a uno, sirviéndome de ambas manos alternativamente y dejando los rabos en otro plato que me hago poner enfrente del en que como. Porque eso de dejar los espárragos chupados en el mismo plato es -lo diré en francés- 'un peu sale».
 
O sea: el señor Muro se fabricaba su propia salsa, comía -chupaba- espárragos a dos manos y, cuidadoso de las formas, dejaba los trozos chupados y no comestibles en un plato aparte. Vaya espectáculo. Bueno: yo lo he visto alguna vez, y lo mismo o parecido con las alcachofas.
 
No me parece bien. Hoy servimos los espárragos de modo que se comen de cabo a rabo, y generalmente los salseamos, vamos más allá de aquellos «espárragos dos salsas» de los banquetes de hace algunos años. Echarle mano a unos espárragos, digamos, gratinados... en fin, sería guarrear demasiado.
 
Ya hubo hace tiempo quien se preocupó de esto, y aparecieron en el mercado unas casi inútiles pinzas para comer espárragos, bastante cursis además. Yo recuerdo a una parienta mía, mayor, que sujetaba en el plato muy bien cada espárrago con aquellas pinzas, los levantaba sin problemas y se los llevaba a la boca; pero, ay, seguramente convencida de que había completado el gesto, dejaba de presionar las pinzas, con lo que el espárrago se escurría limpiamente... de vuelta al plato, no a la boca de mi tía. Los sobrinos no nos reíamos demasiado visiblemente: éramos prudentes.
 
Así que ni dedos, ni pinzas: cubiertos. Les recordaré algunas cosas ya sabidas: que la calidad del espárrago, aparte de la intrínseca, es inversamente proporcional al tiempo que haga que han sido arrancados de la tierra.
 
Si tienen la fortuna de vivir cerca de Tudela (la de Navarra o la de Duero) o se acercan por allí, podrán darse el gustazo de comerse a mediodía unos espárragos que amanecieron en la tierra: inolvidables, simplemente cocidos en su punto y sin más aliño que un hilo tirando a chorrito de un gran aceite virgen extra.
 
A partir de esta sencillísima preparación, se pueden complicar las cosas hasta donde se quiera llegar.
 
Pero es abril, y aquí están los espárragos: «Los de abril para mí, los de mayo para el amo y los de junio para ninguno».
 
Aprovechemos el mes que antes identificábamos con las lluvias necesarias para «sacar a mayo florido y hermoso» y regalémonos unos buenos espárragos blancos. Hombre, si, al paso, encuentran ustedes unos guisantitos lágrima, o unos perretxikos, ahí tendrán tres motivos para coincidir conmigo en que abril, para los gastrónomos, es un mes tan estupendo que podría estar perfectamente en esa estación de oro gastronómica que llamamos otoño.

 



8

Arroces, Rincón del Faro



  • Arroz Caldoso de Anguila All I Pebre
  • Arroz Caldoso de Anguila All I Pebre

A Vicente Ballester y Amparo Marín les encantan los arroces caldosos. Esto puede deberse, en una interpretación libérrima de tipo freudiano y etnoculinario, a que en sus hogares e infancia los prodigaron. Tengamos en consideración que la paella siempre fue, en L´Horta de Valencia, un manjar de día festivo, o extraordinario. “Anem de paella” (“Vamos de paella”) significaba en la cultura hortofrutícola del siglo XX, ir de jolgorio campestre y siempre por causas justificadas.
En las casas, en efecto, el arroz se guisaba más comúnmente caldoso o al horno, llevándolo a cocer a la panadería del pueblo, aprovechando materias primas más económicas pero que no por ello empobrecían gustativamente el plato. Y es que un arroz no es mejor porque contenga productos caros y múltiples: antes al contrario, cuando esto sucede, la gramínea queda como una simple comparsa y no con la categoría de vedette que merece. Este es un arroz que en sus orígenes fue humilde, en el que se funden dos procederes típicos, que bien podría interpretarse o definirse “de aprovechamiento”. Hoy se trata de una anguila all i pebre con arroz meloso, o un arroz meloso con anguila all y pebre. La virtud que tiene, una grandísimo mérito, está en equilibrar ambos componentes y aplicar matemáticamente uno y otro gusto. Colosal el arroz, al dente, que preserva su textura y gusto, encontrando en el caldo meloso el sabor del pescado y la salsa. Que quede claro, el punto que se da al cereal en este restaurante no se encuentra en cinco de toda la Comunidad Valenciana, por eso figuran dos platos de arroz, también al horno, citados en este apartado de especialidades.
Vicente Ballester: “Es imprescindible conseguir anguilas de calidad y gordas, nosotros las compramos en Puçol y de unos 400 g. Luego las fileteamos, en lomos de 100 gramos, sin pieles, de manera que parezcan de un pescado cualquiera. Con las pieles, espinas y cabeza se prepara un caldo de anguila.
Sofrito all i pebre. Aceite de ajo “All” (ajo triturado con aceite), carne de pimiento choricero “pebre”, tomate natural triturado y tamizado, almendra marcona tostada y triturada (sin sal ni frita) y una puntita de guindilla, al gusto.
Hecho el sofrito “all y pebre”, añadimos el caldo de la anguila, a fuego suave. Cuando rompa a hervir, se incorporan los lomos de la anguila, unos 100 gramos por ración. Vuelta la ebullición, se agregan 75 gramos de arroz bomba por boca, así como unos taquitos de patata, teniendo unos quince minutos. Salar, retirar del fuego y dejar reposar cinco minutos, moviendo en círculo la cazuela para darle al caldo el grosor deseado.
Un sorbete de naranja sanguina y a brindar por Valencia.

 

Vicent Ballester
Restaurant: Rincón del Faro
Country: España
City: 46530 Puzol (Valencia)
Address: Carretera de Barcelona, 49.
mapa
(+34) 961420120.
Closed: Domingos y todas las noches
Price: 15 € la ración


Vicent Ballester
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Bilbao: Bitoque de Albia

Darran Williamson pasó por Donosti, más en concreto por la factoría Berasategui, para luego inaugurar en Bilbao el Bitoque. Local que pronto se convertiría en un icono del sector: ganador del Premio a la Mejor Barra Lo Mejor de la Gastronomía 2008 y triunfador del Campeonato de España 2009 a la Mejor Barra de Pinchos y Tapas celebrado en el XI Congresolomejordelagastronomia.com.
En un curso intensivo de solo tres años, Williamson se hizo además con el Trofeo al Mejor Pincho de Bilbao, al Mejor Pincho del País Vasco y fue tercer clasificado en el Euskal Herriko Txapelketa 2010, único premio que aún se le resiste a quien ha logrado todo en la cocina en miniatura. Esta es la que hoy se ofrece en los dos espacios de este negocio: a pie de calle y sótano, donde uno puede estar más cómodo y tranquilo.
La carta se renueva frecuentemente, si bien tiene sus clásicos, los que no pueden salir de la barra, como el bikini de rabo de ternera  desmigado con caldo  de pimientos morrones y aire de cebolla roja. En otras ocasiones hemos tenido la oportunidad de degustar la hamburguesa de atún rojo con ensalada de caviar. La innovación técnica consiste en reducir a la mitad el punto de cocción del atún, al marcarse únicamente por un lado, quedando crudo, si bien caliente, el resto del túnido que, además, para mayor sabrosura se pica a mano y se presenta sobre un tomate natural triturado rodeado de un cordón de pesto.
Muy exótico por los sabores orientales el  sushi de rosbif con algas, chile rojo y wasabi,  que incorpora la novedad de ofrecer un sushi con carne, en vez de con el habitual pescado, además de un toque de mostaza y otros aportados por el aceite y las pipas de sésamo con el wakami. Un bocado estrella que se vende de 10 en 10: el huevo a 65º con pimentón y jamón. Se sirve en un vaso que rezuma sabores tradicionales: puré de patata, pimiento rojo y jamón picadito, a los que se añade un toque sofisticado: dos carboncitos de humilde yuca falsamente carbonizada con tinta de chipirón.
La de Darran es la pura cocina de la Commonwealth, ahora ensalada de pollo tandoori, pepino, yogur y menta que une la cocina británica con la hindú al embrochetar trocitos de muslo de pollo dispuestos sobre una ensalada que agrega a lo anterior limón, maíz seco liofilizado y una mezcla de lechugas.
Continuamos con la fusión de cocinas tradicionales, en esta ocasión, comemos lo mejor de Segovia, el cochinillo, con algo asumido por el Imperio Británico: mermelada de naranja amarga: un platillo de cochinillo con mermelada de cítricos, que se acompaña con una copiosa ensalada verde, importantísima. Silencia el redoble de conciencia de los dietistas inquisidores del último pecado original del hombre: el colesterol congénito.
Estamos en Bilbao, en cuyas barras nunca falta un bacalao desde el sitio de la city: brandada de bacalao con tapenade y tiras de yuca fritas para montarte un pincho al estilo Ikea. Un pincho social para compartir con los amigos; como las aceitunas aliñadas con vermú.
Además de este festival de novedades, el Bitoque de Albia mantiene en la carta los pinchos clásicos que no dejan de solicitarse: bikini de rabo de buey (pincho ganador de los tres premios arriba mencionados), las carrilleras de ternera con puré de patatas cremoso, o los postres: tarta de queso a la inversa, brownie de chocolate y cacao cremoso, txiki irlandés caliente, sorbete de limón al cava texturizado.
Cocina en miniatura en todo su esplendor.

 

 

 

City: 48009 Bilbao
Address: Calle Heros, 21
(+34) 944236545
  Ver perfil
Closed: No cierra
Price: 2-4 €


Fotografía: Vicugo Fotografía. Vicugo Fotografía. Vicugo Fotografía. Vicugo Fotografía. Vicugo Fotografía. Vicugo Fotografía. Vicugo


Tortilla de Ventresca de Bonito con Gildas

Tortilla de Ventresca de Bonito con Gildas
Bar Benta Berri
Chef: Delfín Díez
Country: España
City: San Sebastián
Address: Avenida de Zarautz, 6
943 22 44 98 / 615 78 85 24




Ingredientes
2 Huevos de corral
4 Gildas suaves
1 Lata de Ventresca de Bonito en Aceite de Oliva
1 pizca de Sal Maldon
 
Elaboración
Se baten los huevos, se escurre bien la Ventresca y las gildas. A continuación, se templa el huevo en la sartén y se agrega el bonito, las tres gildas picaditas y un poco de sal Maldon.
 
Presentación
Se enrolla la tortilla y se sirve decorada con una gilda.

 



Ensaladilla Rusa del Kiki

Ensaladilla Rusa del Kiki
Bar Restaurante Kiki
Chef: Kiki
Country: España
City: 20018 San Sebastián
Address: Avenidad de Tolosa 79
943 317 320




Ingredientes
1 Kg. de patata cocida
200 grs. de Zanahoria
3 Huevos duros
1 bote de Atún en Aceite de Oliva
2 Pimientos de Piquillo dulces
250 cc. de Mayonesa
Aceitunas
 
Elaboracion
Se cuecen las patatas y se pican a mano en una fuente. Igual con la zanahoria. Se agrega a continuación el atún y los dos pimientos del Piquillo dulces picados. Se mezcla bien con el tenedor y se pasa el aparejo a un plato de presentación.
 
Presentación
Se le da forma semiesférica al conjunto, se napa con la mayonesa y se decora con las aceitunas.