Este año en que Ferran Adrià y otros muchos cocineros van a reinventar su modelo de negocio; este año en que nuestra alta restauración, esa que se ha alzado a la cumbre mundial, se encuentra, salvo excepciones, más alejada que nunca de la realidad económica y social cotidiana; este año en el que el consumo del día a día, sea el menú del día o en casa, va a ser más austero….ESTE 2011 PUEDE SER UN GRAN AÑO.
Siempre la historia de la alimentación estuvo determinada por las necesidades, las necesidades nos hicieron ingerir vegetales y animales que sólo el hambre nos hizo comer. Ha sido el hambre quién ha transformado el mundo, quien más ha agudizado el ingenio. POR ESO ESTE 2011 PUEDE SER UN GRAN AÑO. Dependemos de nuestra voluntad, interés, trabajo, inteligencia…de querer. Querer…………… es poder. Saquemos fuerzas de flaqueza para cocinar y comer mejor. No podemos estar dispuestos a perder el status gastronómico conseguido.
Si la cocina española se ha superado en 2009 y 2010, dos calendarios de enorme crisis, seguro que, pese a las dificultades, lo va a seguir haciendo. Tendremos que cambiar valores gastronómicos, tendremos que modificar hábitos, tendremos que inventar otros modelos de negocio y hostelería acordes con la sociología. Un año de adaptación a las circunstancias. Un año de tesón y mucha confianza.
Por de pronto, hay que decir que hemos empezado el 2011 mejorando sustancialmente el ambiente de la hostelería. Ya era hora. Pinchos más saludables y exquisitos en los bares; más apetitosos. Ambientes más limpios y diáfanos en los restaurantes. Platos más naturales, con aromas y sabores inmaculados, propios y no contaminados. Eso que ha ganado la cocina, los cocineros, los gourmets y los consumidores. La hostelería es desde el día 2 de enero mucho más gastronómica y bastante menos cutre. 2011 puede ser otro gran año si continuamos dispuestos a salvar dificultades, convencidos que QUERER ES PODER.