7,5

Embat


Canelón de carne guisada con boletus
Fidel Puig y Santiago Rebés
Nazionalita: España
Localita: 08037 Barcelona
Indirizzo: Mallorca, 304
(+34) 934580855
Chiusura:: Domingos y noches de lunes a miércoles
Prezzo: 35/60 €
Menu di degustazione: 32 y 40 €


Fidel Puig y Santiago Rebés han asentado, como no podía ser de otra manera, su magnífico proyecto de gastronomía posibilista. Hasta tal punto, que el restaurante está siempre lleno, doblando las mesas todas las mañanas. La explicación es bien sencilla: estamos ante una taberna de alta cocina extremadamente barata. Vamos, que lo que se dice comer, no hay ningún sitio comparable en el país a tenor de lo que se paga.
Según sea mediodía o noche ofrece dos cartas diferentes. En los almuerzos, platos modernos sabrosos que reproducen gustos populares. Cotizan entre 7 y 11 euros. Ahí están, por ejemplo, los canelones de carne guisada con hongos, refinados y suculentos, impecables en técnica; los garbanzos con cap i pota, verduras, aromas y un toque de vinagre, un cocido hecho con doctoral maestría y livianizado; el arroz de pato con shitake, hortalizas y especias, entre las que sobresale el cardamomo, fácil y con un toque diferente; y las carrilleras de cerdo ibérico sobre un fardel de hojas de acelga rellenas de queso Brie con jugo de carne y otros adornos, construcción académica, compleja y contundente. Si todo esto en medias raciones más una manzana al horno con strudel y espuma de crema catalana asciende a unos 25 €, sobran las explicaciones.
En las cenas exteriorizan un tanto más sus ambiciones. Siempre dentro de unos precios tentadores, que en este caso van de los 13 a los 22 € por ración. El estilo culinario es idéntico si bien se ponen en liza géneros más caros y se atrezzan en superior medida los diseños. Siempre brindando un evolucionismo sosegado y riguroso que busca conectar con diferentes paladares y culturas. Los canelones se ennoblecen rellenándolos de un picadillo de pato trufado; mezcolanza gustosísima. El arroz con boletus y carabineros sale bien de punto y sustancia, preservando el marisco la jugosidad y naturalidad. La dorada salvaje, perfecta, se acompaña con berberechos, se dispone sobre un cous cous y se le engalana con un aire. Impecable el pichón, tierno, sangrante, manjaroso, que juega al lado de una dulce confitura de cebolla y de un dulce y amargo, además de esponjoso, bizcocho de cacao. Y para colofón feliz la aromática y refrescante sopa cítrica de albahaca con jengibre y lima.
Único en su relación calidad- precio.