Cooperativa de 21 socios que comercializa el 90% de las alubias que lucen el sello del Consejo Regulador de la Denominación Específica El Barco de Ávila. Su producción, en seis variedades, alcanza los 150.000 kilos, de los que 20.000 corresponden al judión.
Una legumbre singular, atractiva, bellísima, lo que influye decisivamente en su cotización. Es la voluminosidad su mayor patrimonio gastronómico. De tonalidad blanca marfil en crudo, pasa a tomar tras la cocción un color café con leche claro. Sabor muy genuino, muy peculiar, que la distingue, con alguna evocación lejanísima a castaña. La piel no se hace notar y la textura, curiosa, se caracteriza más por cierta consistencia que por su mantecosidad, se masca, resultando carnosa. Son ideales para comer en potaje, en ensalada, como guarnición o para componer recetas de alta cocina con otros elementos.