6,5

Dopo


Caprese
Jordi Vila
Nazionalita: España
Localita: 08029 Barcelona
Indirizzo: Loreto, 26

Chiusura:: Domingos y lunes
Prezzo: 45/60 €
Menu di degustazione: 45 €


Restaurante clandestino -y tanto que clandestino- con cautivador ambiente, muy particular, misterioso, italianísimo, al que algunos tildan de “mafioso”. Tiene gracia y encanto.
La cocina está asesorada por un número uno de la restauración de la Ciudad Condal: Jordi Vila, del Alkimia. La carta ofrece platos populares trasalpinos, impregnados del refinamiento y colorido propios de la alta cocina, sin perder por ello un ápice de identidad, sencillez, pureza, ligereza… Italia en estado puro.
El menú ha de centrarse en apartados típicos: ensaladas, carpaccios, pizzas, pastas y risottos. Entre las primeras, está muy bien la burrata de vaca con tomates mottichella, aceitunas kalamata, albahaca, aceite de oliva virgen Furgentini, vinagre de Módena 18 años y flores de sal; plato ciertamente cremoso y gustoso. No menos apetitosa resulta la caprese; una versión elegante, liviana, bella y ocurrente de la fórmula ligur. Todas las pizzas se distinguen por la nobleza de la masa madre, mostrando finura y consistencia la corteza. Luego están los títulos: margarita, marinera, ses illes, ibérica, americana, de mozarella y panceta… es ya una cuestión de gustos, pues los realces son siempre selectos y aparecen perfectamente dispuestos. Parecido podemos decir de los espaguetis, llámense como se llamen, resultando inolvidables los que se enriquecen con botarga y salsa de limón. Impecable de textura y sabrosura el risotto, que sabe a arroz y sin dejar de saber a arroz también a alcachofas, panceta, jamón ibérico y pesto. Resuelto con la maestría que caracteriza a Jordi Vila el bacalao con caponata, guiso siciliano de verduras enriquecido con aceitunas, alcaparras, anchoas y vinagre. La tagliata sale vestida de diseño y seda: láminas de entrecotte de vaca con romero y aceite de oliva sobre un fondo de berenjenas escalibadas, alcachofas plancha y hojas de cebollas a la sal; por encima del bien y del mal. Igual que el tiramisú, de una delicadeza y armonía impresionantes.