Chapeau a los jóvenes
Hace tiempo que un grupo de jóvenes formados en grandes casas está abriendo sus propios establecimientos en Barcelona, huyendo de la ostentación de los grandes nombres. A mi juicio, esto tiene un mérito indescriptible ya que son jóvenes chefs que parten de cero, sin ningún nombre, sin camino hecho; más mérito que, por ejemplo, Moments, o el nuevo de Carles Abellán en el hotel W..., restaurantes que no son idóneos para los tiempos que corren, en los cuales se puede apreciar un vacío increíble. No es normal pagar 32€ por unos canelones ni 34€ por un fricandó con oro; no se normal, es exagerado. Quizá estos tiempos harán reflexionar a más de uno.
Chapeau para un grupo de cocineros jóvenes, entre ellos los de restaurantes como Embat, Caldeni, Gresca, Blanc de Tófona, Topik... que han sabido dar la vuelta a la tortilla, dando la misma calidad que los restaurantes de gran nombre a un precio más que asequible. Estos chefs sí que tienen mérito y merecen mi más sincera enhorabuena por aportar esperanza en momentos tan duros, precios en torno a los 30€ y no a los 100-150€ ¿Quién puede pagar estos últimos precios? ¿Qué pasa? ¿Que si no se paga más de 100€ un restaurante no está considerado de vanguardia? Que bajen todos a la tierra o ¿Es que no se dan cuenta de que tienen los restaurantes vacíos?