Francis Paniego - Vicente Aleixandre - Casa Carmela - Q´Tomas - Codillo Casa Brigitte

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BON AMB ES SERENDIPIA

En la derivación de la planicie del parque natural del macizo del Montgó, se ubica desde hace algo más de 5 años, el restaurante Bon Amb, actualmente una casa de comidas de firme consolidación en el panorama gastronómico nacional e internacional.

No pocas son las expectativas que crea una nueva temporada, máxime cuando se cuenta con dos estrellas michelín encima de la mesa de pase. Tras dos meses de cierre para descansar, tomar aire, revolucionar las ideas y proyectar la nueva forma de mantener el reto culinario al que llevas comprometiéndote desde hace años, el equipo de cocina y sala, como un matrimonio consolidado y conjuntado, tiene todo preparado para sorprender al comensal.

Nueva carta, nuevas elaboraciones, nuevas expectativas, cocina reformada y ampliada, que en palabras de su jefa de cocina Emmanuelle es simplemente “su nueva casa” (será por el poco tiempo que pasan en ella!!!). Saludamos, nos recibe el equipo de sala debidamente uniformado con traje de chaqueta, pasamos a cocina a ver “la nueva casa”, todos los cocineros lucen la toque Blanche, 27 personas forman el equipo que van a preparar y servir en mesa unas composiciones llenas de horas de pasión, ilusión y trabajo que van a guiar nuestro destino gastronómico.

Nos sentamos en mesa, únicamente nos acompaña el mantel blanco inmaculado y una escultura de bronce que al mismo tiempo que mira indiferente con actitud pensativa te da tranquilidad y compañía -comemos con ella en el centro de mesa-. El servicio de servilletas individual es pinzada -no la tocan con las manos-.

 

La carta se estructura en tres menús degustación con servicio en mesa completa y una carta al uso. Cada menú tiene un espacio temporal definido, aunque todo ello gira alrededor de su menú buque insignia, cuyo nombre se denomina “serendipia”.

-Menú Mons Agonum: aperitivos, 7 platos y golosinas.

-Menú Jabal Quan: aperitivos, 9 platos y golosinas.

-Menú Serendipia: tres entradas de bienvenida; una parte central de 14 composiciones y –un desenlace con repostería dulce.

 

No es casualidad que bajo el paraguas del término serendipia (descubrimiento o hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta) nacen otros dos menús de espacio temporal diferentes por el número de composiciones y cuyo significado es el mismo (Jabal Quan, Montgó para los árabes y Mons Agonum, Montgó para los romanos). Y es que bajo el beneplácito del Montgó, Alberto Ferruz y Pablo Catalá desarrollan, imaginan y se reinventan para dar al comensal no solo de comer sino ofrecerle un momento de renovado interés culinario.

La esencia de su cocina es la habilidad de descubrir algo importante aunque no tenga relación con lo esperado; porque como en la vida misma lo que esperas de algo o alguien no es lo que te vaya a suceder, sino más bien, como gestionas y digieres lo que te viene aún sin esperarlo.

En su cocina está presente el principio AoA, Aporta o Aparta. No hay sitio para el descanso, el arrepentimiento, el conformismo y lo sencillo. El espíritu que trasmiten Alberto y Pablo es la misma emanación volátil del sentido olfativo que desprende la cocina y la sala. Alberto se ha reseteado, se mira al espejo y sigue con su esencia, permanencia e invariabilidad en la que basa las técnicas más primitivas de la cocina tradicional. Pablo ha recuperado el rumbo de una sala repleta del arte de servir: dinamismo, máximo protocolo, metodología y excelencia. Se han propuesto pegar un salto al vacío pero saben dónde quieren aterrizar.

Sentados en mesa marchan el menú “Jabal Quan”; se compone de tres momentos muy determinados: “El planteamiento” como introducción-entrantes; “El desarrollo” de los platos de productos del mar, de la huerta, del hombre y la tierra como parte central y “El desenlace” como parte dulce.

Comenzamos con “el planteamiento” cuya representación gráfica pasa en su conjunto por crear un escenario donde rencontrarse con las técnicas de manipulación ancestrales dándoles un valor añadido, recuperan los salazones primitivos de la marina, los productos fetiche como la gamba o la reutilización de productos que existen y que están fuera de la oferta-demanda del mercado diario como la chumbera (planta arbustiva cuyo fruto comestible es el higo chumbo); pretenden conseguir que el comensal se mimetice con el entorno natural que lo rodea, debiendo adoptar la apariencia del propio entorno.

 

1º pase. Salazones ancestrales: Mujol en media salazón y ahumado al momento; Lomo de orza marino, con aceite de argán y hueva de mujol e hinojo marino. Escenario complejo en sabor y textura esencial en los aperitivos mediterráneos de antaño, el mújol también conocido como el caviar mediterráneo alcanza su máxima potencia y equilibrio palatal con el oro líquido marroquí remitiendo intensidad con el frescor del perejil marino.

2º pase. La Chumbera: Leche de chumbera y curry; pan de lechuguilla de mar; denton, colatura y chumbera encurtida. Idéntico escenario con actores distintos; cuyo principio y final es similar. Diversidad en texturas y sabores; potencia, conjunción, limpieza y frescura. Llama la atención la teja crujiente de alga, que da paso a la esencia de la anchoa líquida que cubre el “tartar” del denton, concluyendo con la lactosidad de la chumbera.

3º pase. Gamba de la bahía: Royal de toda la gamba, capuchino de clochina y limón marroquí. Exigente crema líquida, perfecta corona de espuma y fondo untuoso. Caldo, cocción, espuma y emulsión digna de recetario con la firma Ferruz, un recuerdo que no olvida de su paso por Berasategui; inconfundible en boca.

 

Parte central: ”El desarrollo” de la comida:

sopa de maíz: agua chile de maíz dulce; pez limón en semi salazón, maíz torrefacto, chile y lima. Conjunción atrevida, busca la sorpresa palatal del cliente; aunque los sabores están muy definidos y busca el atrevimiento, actualmente no es un plato redondo ni acabado a la altura de su recetario.   

pannacotta chi hau kay, trufa y champiñones secados al sol. Colosal atrevimiento, exotismo. En boca cremosidad y mineralidad, notas de tierra y campo, buscando la sorpresa de la acción sutilmente picante y debidamente conjuntado del marinado clásico peruano.  

escabeche de calabaza fermentada: Buey de mar, hígado de rape, hummus de calabaza y oxalis (planta comestible de pequeño porte, también llamada vinagrera). Potencia de mar, dulce refresco intermedio con la calabaza y limpieza salival con la oxalis. Exquisita presentación y diferentes notas de sabor por la acción del fermento.

sepia mantecada: tuétano, ostra, botarga –huevas de pescado-, chalota de costa y katsobushi de sepia. Sabores definidos, perfecta fusión, juego de emociones con notas de mar potenciado por las huevas de pescado y efecto yodado. El corte de la sepia a modo de tallarín se agradecería más fino, ganando en fragilidad y estimulación palatal. 

cigalas de playa: natillas de su coral, melaza de crustáceos, harisa y yuzu. Cinco sentidos, valores cromáticos y composición pictórica para un plato ya conocido que tiene un contrapunto con el rallado de la pequeña naranja del Asia oriental. Retorno picante sutil y equilibrado.

mole de pichón: Especias, pasas, manzanilla, hierbas del Montgó. Refuerzo de sabor, brillante personalidad, no apto para gente de ligereza palatal; quizás se agradecería una rectificación aditiva en el punto acidulante. Textura melosa y carnosa, se deshace en boca con regusto entremezclado.

pescado de lonja en ceniza vegetal: pagel en cenizas, colágeno, algas de tierra e hinojo. También conocido como breca, es un pez perciforme. Fusión de conceptos, sutilidad, fragilidad y profunda exquisitez. Estimulante en paladar, sabor delicado y cremoso, aroma torrefacto gracias a la técnica de la cocción del hojaldre y sus cenizas vegetales.

liebre a la cuchara: foie, grué de cacao, limón y anís estrellado. Definición y personalidad reforzada en sabor e intensidad. Exquisita composición. El equilibrio y limpieza nutricional llega de la mano del cítrico y la especia china.

 

“El desenlace”: Respecto a los postres:

1º Limones o clementinas glaciales y tamarindo: Frescor, fragilidad y sutilidad. Explosión en boca.

2º Hierbas del Montgo; Naranja picante, galleta de limón, salvia y romero: Conjunción de sabores, liquado exótico, perfecta fusión, estimulante frescura. Todo en un par de cucharadas.

3º Yuba; berenjena, cardamomo y crema de leche tostada: Composición a modo de roca elaborada a base de “retorcer” la piel de soja que ofrece esponjosidad, amargura fina, frescura helada y el contrapunto tostado de la crema ahumada.

 

Golosinas, petits fours: -Susú relleno de crema montada de arroz con leche y trufa melamosporum. Cremosidad e intensidad gustativa, aromatizada con la definición de los aspectos lácteos.

-Muscadine de gianduja y chocolate ecológico ahumado con ron. Visualmente es una pasta de chocolate y avellanas con forma de dátil resquebrajado, color intenso monocromático, en boca densidad sutil.

-Hojaldre artesano estirado a mano con crema de turrón y frangelico y migajo de limón. El hojaldre de antaño llevado a su máxima expresión. Fusión conceptual, crocante, frágil, untuoso y de profunda exquisitez.

 

Todo lo anterior se engulle de manera equilibrada de la mano y consejo de Enrique -somellier- cuya introducción no solo supone el amplio y extenso conocimiento del registro de vinos y licores que posee; a mayores es el conocimiento que tiene del perfil del comensal, que si pierde miedos y prejuicios y se encomienda a sus manos; no volverá a mirar la carta excepto para comprobar los precios. Nuestro repertorio: Vermouth Golfo (Ribera Duero); Vermouth Lustau (Vinos de Jérez); Chateau du breuil chenin blanc (terrénos calcáreos 2014, valle del Loira); Casa cisca monastrell 2012; Ossian Verdling dulce; Sorte Mouto vendimia tardía; Licor de crema de arroz “5 fanecades” con canela.

 

Mestizaje, fusión, sabores nuevos, atrevidos, muchos de ellos desconocidos, un viaje a otras culturas y cocinas. La biodiversidad tiene su punto de salida en la mesa de pase de cocina, que una vez atraviesa la puerta, es el equipo de sala (cara y voz de la cocina) quién habla y trasmite mediante el ciclo del servicio (desde la preparación de la escena hasta la despedida del cliente) con respeto, saber estar, algo de psicología y cercanía hacia el comensal. La gestión de la situación la maneja Mario y Jazmina con etiqueta y profesionalidad, pero sin exigir la necesidad que el comensal asuma reglas, formalidades ni solemnidades. Únicamente déjense llevar, póngase en manos de profesionales de la gastronomía, aparquen los prejuicios y abran la mente a la información culinaria que estimula el paladar, el sabor y el aroma. Vivan experiencias, manténgase despiertos ante la intuición y la suerte, tal vez incluso seamos capaces de hacer un descubrimiento; vayamos en su busca, esto es serendipia; esto en Bon Amb.

 

Fotos Eugenia Olavarrieta.

  • Salazones ancestrales / La Chumbera
  • Salazones ancestrales / La Chumbera
  • La Chumbera / Gamba de la bahía
  • La Chumbera / Gamba de la bahía
  • Sopa de maíz
  • Sopa de maíz
  • Pannacotta chi hau kay, trufa y champiñones secados al sol
  • Pannacotta chi hau kay, trufa y champiñones secados al sol
  • Escabeche de calabaza fermentada
  • Escabeche de calabaza fermentada
  • Sepia mantecada
  • Sepia mantecada
  • Cigalas de playa
  • Cigalas de playa
  • Mole de pichón
  • Mole de pichón
  • Pescado de lonja en ceniza vegetal
  • Pescado de lonja en ceniza vegetal
  • Liebre a la cuchara
  • Liebre a la cuchara
  • “El desenlace”
  • “El desenlace”


CEHEGIN, REFERENTE GASTRONÓMICO , CULTURAL Y TURÍSTICO

  Un año más, Cehegin se convierte en la capital de la gastronomía murciana y es que, entre el 28 de Enero y el 26 de Febrero tiene lugar la IX edición de la Ruta de la tapa y el cóctel de Cehegín, donde 24 bares y restaurantes han creado diversas tapas de las cuales han sido valoradas por un experto jurado, donde además se suman los pubs y cafeterías del municipio, donde han elaborado 7 cócteles diferentes.

  Como novedad, este año la ruta ha tenido un “Rutero mayor”, y el encargado de hacer gala de tal distinción ha sido nuestro gran amigo Koldo Royo, galardonado por la guía Michelin durante 21 años.

  La inauguración tuvo lugar el pasado 28 de Enero a las 12:00 horas en el Palacio de la Tercia de esta localidad. Acto seguido, todos los ceheginenses y visitantes tuvimos la oportunidad de degustar en vivo y en directo la tapa que presentó nuestro gran amigo Koldo Royo, en la plaza del Mesoncico, en pleno casco antiguo del municipio. Finalizada la presentación de la tapa, tuvimos la oportunidad de visitar uno a uno los más de 24 establecimientos y locales, donde pudimos degustar las diferentes tapas que presentaron, acompañados en todo momento por Jose Rafael Rocamora, alcalde de Cehegín y el resto de la corporación municipal encabezada por May Molina, concejala de festejos de este municipio. En dicho trayecto Jose Rafael Rocamora nos destacó que el municipio de Cehegín fue pionero en poner en marcha la Ruta de la tapa. Tal iniciativa tuvo tal éxito, que pronto se convertiría en un referente regional, que año tras año se realiza en los restantes municipios de esta región, superándose año tras año cada día a más.

  Este año, como novedad, tenemos que resaltar la creación de un programa de eventos gastronómicos, que ha organizado dicho ayuntamiento, acompañados de multitud de actividades dentro de la Feria de la Gastronomía, la cultura y el Turismo, donde podemos asistir a ponencias de cocina, conferencias, teatro en las calles, cine gastronómico y hasta música en directo. Un sinfín de actividades que no os debéis perder.

  Todos los jueves del mes de Febrero, se está realizando un Cehegín cultural especial, con ponencias relacionadas con el mundo de la gastronomía, donde he tenido la oportunidad de impartir una clase magistral de alta cocina tradicional, elaborando distintos platos tradicionales de los de toda la vida, pero dándole un toque “especial” y adaptándolo a la alta cocina.

  A continuación os dejo la Receta:

 

CREMA DE FABES CON BACALAO Y ALMEJAS

by: Raúl García Jiménez

 

Ingredientes:

Para la crema de fabes:

-         

1 cebolla

-         

2 dientes de ajo

-         

1 trocito de puerro

-         

1 hoja de laurel

-         

250g de bacalao

-         

400g de fabes

Para cocinar las almejas y el bacalao:

-         

1 chalota

-         

1 cayena

-         

1 diente de ajo

-         

Perejil

-         

Vino blanco

-         

Almejas

-         

1 lomo pequeño de bacalao

-         

3 hebras de azafrán de pelo

Preparación:

    Primeramente disponemos en una cacerola mediana las fabes (que previamente habremos dejado en remojo la noche anterior) y las cocemos. Cuando comiencen a hervir, desespumamos y bajamos el fuego para que se cocinen a fuego lento. A continuación añadimos una cebolla cortada por la mitad, los dientes de ajo, el puerro, el bacalao y el laurel. Cocemos junto con estos ingredientes a fuego lento durante una hora y media aproximadamente.

    En ese periodo de tiempo aprovechamos y cocinamos las almejas y el bacalao.

    Elaboramos un sofrito donde utilizaremos 1 chalota bien picada, 1 cayena y 1 diente de ajo laminado. Cuando todos estos ingredientes empiecen a adquirir un aspecto dorado, añadimos un chorrito de vino blanco, el bacalao y las almejas y dejamos que se cocine bien hasta que se evapore el alcohol (cubriremos la sartén con una tapadera para que se cocine el bacalao y se abran las almejas). Acto seguido añadimos el perejil picado y el azafrán de pelo y retiramos del fuego.

    Por último, quitamos las almejas de sus respectivas conchas y reservamos 4 o 5 para decorar el plato junto con el lomo de bacalao. Los ingredientes restantes del sofrito los añadimos a la cacerola de las fabes (eso sí, retirando la cayena del sofrito). Dejamos que se cocinen para que se mezclen bien los sabores.

    Fuera del fuego, retiramos las verduras de la cacerola y trituramos hasta formar una crema consistente.

    Para la presentación, disponemos el bacalao que habíamos reservado en el centro del plato, agregamos la crema, disponemos las almejas alrededor de éste y decoramos el lomo de bacalao con unas perlas de soja y unos brotes frescos.

    También podemos decorar la crema con flores de almendro.

 

 Fotos: Revista Gastrónomo Murcia y Raúl García Jiménez.

  • CREMA DE FABES CON BACALAO Y ALMEJAS
  • CREMA DE FABES CON BACALAO Y ALMEJAS