Extraordinarias; extraordinarias porque han sabido adaptarse a los nuevos tiempos y gustos. Eso significa que preservan la identidad de las huevas y del mújol en gran medida, fundamentalmente porque se ha rebajado tanto la presencia de la sal como el secado. De esa manera resultan más naturales, más tiernas y más fáciles de comer. Si el concepto y la técnica merecen el mayor de los elogios, también la calidad de la materia prima, realmente noble. Se venden en trozos de diferentes tamaños, siendo preferibles las piezas hermosas.