Carnicería y charcutería familiar en la que Patxi Larrañaga, su mujer, Ana Iparraguirre, y la hija, elaboran diferentes productos y embutidos, entre los que destaca esta chistorra, que ha ganado unos cuantos premios. En este caso los concursos populares se ven refrendados por la bondad del producto, que no por humilde no ha de ser considerado honorable, sin duda, pues las carnes de cerdo que se han embuchado son ciertamente selectas: papada, cabezada y panceta, más pimentones dulces de la Vera y Murcia, ajo y sal. Estamos ante un chorizo fresco que tras un breve salteado destaca por su enorme sabrosura, carnosidad, jugosidad y aromas. Impera el magro de la carne, el cuerpo, tanto en sabor como en textura, sobre la grasa. Depara mucha satisfacción.