Tras el éxito obtenido por el tinto Señorío de Andión ha salido al mercado este moscatel con el propósito de romper todos los parámetros de calidad entre los vinos dulces españoles. He aquí una esencia, esencia que depara infinidad de aromas y sabores, muy característicos de la variedad, acentuados por la plena madurez. Concentración y enorme singularidad que se explayan: azahar, miel, licores de melocotón y melón, notas almendradas, primoroso amargor, atenuada calidez... efusividad melosa en su justa dulzura.
36 meses de crianza en roble francés. 2.571 botellas.