Queda patente la Cabernet Sauvignon, que marca la personalidad del vino, un Cabernet mediterráneo por la presencia cuantitativa de dos variedades típicas de la zona. Un vino con garra, cuerpo, persistencia... con enorme carácter. Fruta noble muy madura, con recuerdos de arándanos y ciruelas, frutosidad que impera sobre la crianza selecta, que aporta notas especiadas. En boca sobresale la frutosidad, con evidente tono amargo, dulce tanicidad, cierta calidez. Sustanciosidad refinada.
47% Garnacha Tintorera, 37% Cabernet Sauvignon y 16% Monastrell, de cepas situadas a 600 metros de altura. Fermentación maloláctica y crianza de 21 meses en barricas nuevas de roble francés.

Aromas intensos de fruta negra madura, cassis, regaliz, mentol, naranja, café y torrefacto... muy variados y sugerentes. En el paladar refrenda la nariz, potente y musculoso, elegante y armónico, con taninos dulces, muy dulces, frescos y aterciopelados. Mineral en todo momento. Amargo y con indudable carácter. Reproduce el cariz frutal y los tostados. De gran enjundia.
75% tinta fina, 10% cabernet sauvignon, 5% syrah, 4% petit verdot, 3% cabernet franc y 3% malbet. Crianza de 17 meses en barricas francesas. En cristal desde mayo de 2008. 35.000 botellas y 675 mágnum.

Un vino mediterráneo uncido de universalidad y modernidad. Tiene carácter en todas sus manifestaciones, tanto en nariz como en boca. Intensos y persistentes aromas, muy frutales, a frutas negras maduras, con notas amargas, entre almendradas y de hueso, que se manifiestan claramente en boca, así como una ligera acidez y una matizada tanicidad. Potencia, nobleza, estructura, sabrosura, tanicidad... e incita, pese a ese carácter, al trago, al trago continuado.
57% Monastrell, 33% Cabernet Sauvignon y 10% Garnacha Tintorera, cepas situadas a 680 metros de altura. Fermentación maloláctica y crianza de 14 meses en barricas nuevas de roble francés, para pasar a cristal en junio de 2008. 20.200 botellas.

Un vino de autor. Muy diferente, de gran diseño y certeza. Muy cubierto, infranqueable a la mirada. Huele a fruta madura y, a la vez, viva, con sensaciones balsámicas y derivadas de la crianza: vainilla y tostados, caracteres muy delicados. Ciertamente frutoso, con mucha estructura, muy temperamental, con enorme expresividad y viveza, refrendando los recuerdos balsámicos, a vainilla, café y chocolate, con un sutil toque mineral.
Un coupage verdaderamente único: bobal, monastrell, garnacha, tempranillo, cabernet sauvignon, cabernet franc, syrah y merlot. Permaneció 14 meses en barricas de roble francés. Producción limitada: 13.258 botellas de 750 ml.; 2.654 botellas de 500 ml. y 1.247 mágnum.