Tras jubilarse el matrimonio formado por Alfredo Alonso y Concha Rodríguez, Concha Rodríguez y Alfredo Alonso, tanto monta, monta tanto, se han quedado al frente del negocio su hijo Alejandro y la tía de éste, hermana de Alfredo, Mari Luz Alonso. El relevo generacional no ha alterado lo esencial: el restaurante se mantiene fiel a su ser, a lo que siempre fue, a su definición de cocina gallega, de producto y de recetas legendarias, que han recuperado la nobleza y meticulosidad de sus mejores días.