Diez minutos

Pueden suponer ansiados e interminables segundos que nos separan de algo que está por suceder y en el momento en que se produce ése algo los diez minutos se ríen, se burlan, pasan como arena entre los dedos y uno ahí, sin poder hacer nada, o hacer lo que sólo nos permiten ésos DIEZ minutos.



Diez minutos

Pueden suponer ansiados e interminables segundos que nos separan de algo que está por suceder y en el momento en que se produce ése algo los diez minutos se ríen, se burlan, pasan como arena entre los dedos y uno ahí, sin poder hacer nada, o hacer lo que sólo nos permiten ésos DIEZ minutos.



Diez minutos

Pueden suponer ansiados e interminables segundos que nos separan de algo que está por suceder y en el momento en que se produce ése algo los diez minutos se ríen, se burlan, pasan como arena entre los dedos y uno ahí, sin poder hacer nada, o hacer lo que sólo nos permiten ésos DIEZ minutos.



Diez minutos

Pueden suponer ansiados e interminables segundos que nos separan de algo que está por suceder y en el momento en que se produce ése algo los diez minutos se ríen, se burlan, pasan como arena entre los dedos y uno ahí, sin poder hacer nada, o hacer lo que sólo nos permiten ésos DIEZ minutos.



Le Louis XV-Alain Ducasse : La Apoteosis Neoclásica

Ce restaurant a la clientèle la plus riche du monde. Un coup d’œil sur le parking suffit pour le confirmer : Ferraris, Rolls Royce... On se croirait en plein Grand Prix mondial du luxe. 500 000 bouteilles et 6 100 références attendent les champions. Et ils sont nombreux : à eux deux, l’Hôtel de Paris et L’Hermitage, qui se partagent le plus grand trésor vinicole de l’hôtellerie, débouchent chaque année quelque 100 000 bouteilles de champagne. À Monte Carlo, celui qui n’est pas prince est roi ou davantage.



Le Louis XV-Alain Ducasse : La Apoteosis Neoclásica

È il ristorante con la clientela più ricca del mondo. Basta dare un’occhiata al parcheggio: Ferrari, Rolls Royce... sembra il Gran Premio Mondiale del Lusso. 500.000 bottiglie per un totale di 6.100 referenze attendono i campioni. E sono molti: solo di champagne se ne stappano circa 100.000 all’anno fra l’Hôtel de Paris e l’Hermitage, che hanno in comune il più grande tesoro vinicolo nel mondo della ristorazione. A Montecarlo chi non è principe è re, o anche di più. Chi, se no, potrebbe mangiare con posate bagnate in oro in un rutilante salone tutto rivestito con foglia d’oro?



Le Louis XV-Alain Ducasse : La Apoteosis Neoclásica

This restaurant has the wealthiest clientele in the world. One need only glance at the parking lot to confirm the suspicion: Ferraris, Rolls Royce… it looks like they’re about to celebrate a luxury vehicle Grand Prix. 500,000 bottles with 6,100 references await the champions here – they are legion: around 100,000 just of champagne are opened every year between the Hotel de Paris and the Hermitage, which share the best treasure of viticulture in the restaurant world. In Monte Carlo, those who aren’t princes are usually kings… or more.



Le Louis XV-Alain Ducasse : La Apoteosis Neoclásica

Es el restaurante con la clientela más rica del mundo. Sólo hay que echar un vistazo al aparcamiento: Ferraris, Rolls Royce...parece que se va a celebrar el Gran Premio Mundial del Lujo. 500.000 botellas con 6.100 referencias esperan a los campeones. Y son muchos: unas 100.000 solamente de champán se descorchan cada año entre el Hotel de Paris y el Hermitage que comparten el mayor tesoro vinícola de la hostelería. En Monte Carlo el que no es príncipe es rey, o algo más. Si no quienes son los llamados a comer con cubiertos bañados en oro y en un salón rebosante de pan de oro.



Centrar la controversia ayuda

Creo haber comprendido la línea de su pensamiento Sr. Agulló: Mejor rebajar la figura del Otro con el fin de disminuir el valor de su mensaje. 600 congresistas no son seres pensantes. Sólo usted puede deificar. Contra su imaginario no cabe apelación, la refutación parece decidida de antemano. Su discurso gastronómico quiere ser construido desde una mentalidad donde lo técnico domina sobre lo social sin que logre usted dominar los resortes pertinentes, quedándose por ello en el terreno de la panfletario.



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Creo haber comprendido la línea de su pensamiento Sr. Agulló: Mejor rebajar la figura del Otro con el fin de disminuir el valor de su mensaje. 600 congresistas no son seres pensantes. Sólo usted puede deificar. Contra su imaginario no cabe apelación, la refutación parece decidida de antemano. Su discurso gastronómico quiere ser construido desde una mentalidad donde lo técnico domina sobre lo social sin que logre usted dominar los resortes pertinentes, quedándose por ello en el terreno de la panfletario.