Descomunal éxito. Joven e informal asador donde disfrutar de una cocina directa y llana. Los motivos: un producto magnífico, unas atinadas ejecuciones, una relación calidad precio imbatible, una atención encantadora de los propietarios y una fenomenal terraza, con unas vistas preciosas del corazón de Vitoria, a dos pasos de la Plaza de La Virgen Blanca. Enfoque 10 y materialización del día a día.
Uno de los menús ideales. Empezar con unas hermosas almejas abiertas a la plancha y acompañadas de un atemperado y refrescante refrito de aceite de oliva y limón perfumado con un toque de perejil. Para el precio de la ración, 16 € , no puede ser mejor el marisco. El punto de cocción satisface a todo el mundo y el realce esta rejuvenecido en su costumbrismo. Uno tras otro bocados ganadores. Excelente el pulpo a la parrilla, terso, consistente, inmaculado, pletórico de sabor mariscado, con dos compañías, el refrito redefinido anterior y con un extraordinario puré de patatas tintado con pimentón. Insistimos, gratísima obligación para todos los amantes del pulpo. Y terminar con un soberbio rape precisamente pasado por la brasa y enriquecido que el muy grato y personal refrito que acompaña a todos los asados.
El estilo queda perfectamente definido. Siempre recomendaran lo mejor que tengan quienes dirigen el negocio y la sala, Mikel y Txus Bilbao, gentes inteligentes y amables como muy pocas, a los que complementa con eficacia culinaria Mikel Zuazu.
La morcilla de Burgos con salsa de tomate, los pimientos de Gernika y las guindillas frescas fritas, los revueltos de hongos y perretxikos, el rodaballo o el besugo a la brasa, el bacalao confitado, la chuleta asada…la sencillez, la naturalidad, tienen su magia, su encanto, su atmósfera y un precio “irrisorio”.