El antiguo Sula reconvertido en un renovado espacio gastronómico que cuenta con un nuevo equipo de cocina, al frente del cual esta David García y de sala, con profesionales tan cualificados como Jorge Dávila y José María Marrón. Manteniendo la estructura inicial del local, a su vez ha vivido pequeñas alteraciones, en aras de conseguir una mayor y mejor comercialización. Parece que el proyecto tiene un día a día más sólido y regular que en la primera fase, que conoció de distintos equipos y cualidades, con las vicisitudes correspondientes.
Lo primero que hay que destacar es que tanto en el bar como en el restaurante se come el mejor jamón del mundo; ni más, ni menos. No sólo porque uno de los propietarios del negocio sea Joselito, sino porque se envían piezas seleccionadas, únicas. Así cabe la posibilidad de disfrutar de distintas añadas, que llegan jamones de, asómbrese, siete años y 11 kilos de peso; repetimos: jamones de 11 kilos y siete años cuando lo habitual es de 24/30 meses y 7,5 kilos. Una experiencia inenarrable, sin parangón, que le permitirá conocer la importancia que tiene el tamaño del cochino en el manjarosidad final y cómo evoluciona cada pieza en el tiempo en función del peso y grasa.
Vivencia estelar a la que pueden sucederle motivadoras sensaciones que tengan por protagonista a la chacinería y a las carnes del ibérico: lomo, copa, chorizo, secreto, pluma, cabezada, solomillo, etc.
La cocina, de altas hechuras modernas, demuestra su profesionalidad en el tapeo. Magníficas croquetas de jamón, consumado carpaccio de presa ibérica con lascas de parmesano y piñones tostados, fenomenal brandada gratinada, portentosos pimientos del piquillo de La Catedral de Navarra con lascas de panceta ibérica, admirable tortilla de bacalao, unos morrocotudos chipirones en su tinta, una gustosísima hamburguesa de presa ibérica, una sabrosa y gelatinosa carrillera de vacuno guisada con crema de patatas…todo tiene categoría, más propia de restaurante, sito en el primer piso, que de taberna de lujo, en la planta baja.
Carta de vino a prueba de todos los caprichos y un buen surtido de vinos por copas.