Ricard Camarena

Tenía ganas de ir al nuevo local de Ricard Camarena, lo sigo desde Gandía -casi no ha llovido- pero lo interesante de todo ello no es el propio Ricard, que sin el por supuesto no podría estar escribiendo estas líneas. Es que este hombre crea equipo, sinergias y adicciones (en el sentido tradicional = dependencia). Dependencia a su forma de ser, sentir, funcionar, transmitir y sobre todo en la de entender el trabajo. Todo es organizacional, todos son importantes en su parcela, transmite el buen hacer, el protocolo y el trabajo duro a diario, lo demás viene solo. Confiar en si mismo, en sus posibilidades, sacar lo mejor de uno. Creer en el medio, el entorno y la gente que te rodea y si falta algo, se suple o se perfecciona. Así de sencillo RC manipula lo complejo, llegando a poder superarse a diario y sobrevivir hoy en día, que no es poco.

La primera idea "invertida" que me viene a la mente cuando pienso en sus iniciales es Copy Rigth (derecho de autor) y como el propio nombre lo dice Ricard Camerana es un autor; autor de sensaciones, de emociones, de momentos con firma propia, de espacios gastronómicos y por supuesto con derecho propio. Derecho a serlo, a sentirlo y a expresarlo, se lo ha ganado con su trabajo y dedicación. Su sentimiento personal y culinario se traslada a sala: Normas, principios y creaciones. Limpieza y pulcritud. Orden y equilibrio con simpatía y buenas maneras en el trato hacia el cliente, con notas de distancia y respeto hacia su espacio. Servicio serio pero desenfadado, puntual pero esperado, elaboraciones trasgresoras que invitan al comensal a callar y pensar, comienzo incierto con final feliz. Que fácil parece todo o mejor dicho que fácil y cercano hace Ricard lo complejo.

Pedimos "menú a la carta" por aquello de no pensar. No soy de menú ya me conocen, pero acertamos, RC juega con el comensal, lo que no pides te lo sirve, divertimento arriesgado, así es Ricard: arranca, coge fuerzas, se inspira, prepara, cocina y a sala. El menú se compone de:
-Entrantes, aperitivo (me encanta esta palabra) y snacks: pan ecológico; Ceviche de nabo; Pastisset de boniato, aguardiente y foie; Ravioli de manzana con boquerón; Cremoso de bonito, soja y miso; Huevo, sardina ahumada y pimiento verde; Cococha encebollada al pilpil: Capuchino de cacahuete, anguila ahumada e hibiscos; Todo ello justo, equilibrado, placentero, proporciona apetito y llenado de estomago, satisface el primer hambre. Minimalismo y creatividad. Sin palabras el pastisset de boniato, recuerdos al horno de antaño. Pobre de la gente que no ha tenido ocasión de probar el pastisset de su abuela.
-Dos platos a elección de RC: Menestra templada de verduras de otoño con veloute de escabeche; Arroz "margherita" (Inspirado en la mítica pizza): espera misteriosa, en plato diseño atractivo y saludable; conjunción de sabores, cocciones esmeradas y milimétricas, texturas crocantes con ánima.
-Un plato a elección del comensal: Tartare de atún de almadraba con brócoli "al Dente" y sopa fría de tomate asado para uno; Parpatana de atún de almadraba, judías y jugo de diferentes pimientos para mi. Simplemente el plato fuerte/principal. Poco que añadir: solemnidad, cantidad y calidad esmerada de un producto excelente. Texturas y volúmenes en unas elaboraciones pensadas, técnicas, y creativas. Se diluyen en boca prolongando un sabor profundo.
-Postre: Café, helado de leche quemada y mantequilla: lo que se espera de un postre; cremosidad, densidad, elegancia y frescura. Todo ello deriva en un final contundente pero equilibrado y digestivo.
-Copa y puro (fuera del local).

Al finalizar y a petición de David (jefe de sala) sale Pachi (Alberto), jefe de cocina, sencillo, llano, humilde, brilla por si mismo, su sonrisa es sencilla pero de difícil elaboración, como sus platos. Le robamos unos minutos pero se deja. Es de agradecer el matrimonio sala-cocina. El local dispone de dos ambientes, uno serio y elegante (restaurante), otro desenfadado pero con personalidad propia (gastrobar), cada cual con su cocina (me gusta la idea), pero con denominador común: Ricard y su forma de entender la cocina. Las dos viven juntas pero no revueltas. Ambas conforman el salón y la salita de una casa, cada una con su espacio acogedor característico. Si es que ya lo dice la propia web del restaurante "conoce como es un día en la vida de Ricard" Un abrazo a todo el equipo y enhorabuena a RC, David y Pachi. Servidor ya ha dicho todo lo que pretendía de vuestra cocina, así que me despido como el propio RC: "colorín colorado este cuento se ha acabado".