Chifa
Chifa es el binomio China-Perú ubicado en el pequeño local que ocupaba antaño Sudestada del ingenioso chef argentino Estanis Carenzo y de su socio/escudero Pablo Giudice en Madrid y también la denominación de esos platos chinos acriollados que a partir de mediados del siglo XIX surgieron de la mano de los inmigrantes cantoneses en Perú. Su nombre lo conforma la síntesis de los vocablos chinos chi (comer) y fann (arroz). Lima es la ciudad donde encontramos restaurantes de cocina chifa por cientos.
La cocina que Estanis y Pablo desarrollan en esta propuesta es creativa, de técnicas asiáticas y sensaciones latinas; una cocina chifa renovada y mejorada. En este campo del exotismo de la fusión todo está por hacer. Perímetro ampliado entrando en juego Asia y América Latina al completo, recetas tailandesas, vietnamitas, malayas o indonesias, predominando lo peruano. Platos de sabores de una gran potencia e intensidad, aunque con un resultado fresco. En ellos cobran una fuerza arrolladora las hierbas y las especias que nos sorprenden con resultados sápidos dilatados casi extremos.
Su carta es breve pero muy contundente; Escabeche filipino de bonito y vegetales cocido en vinagre de frutas, con tomates frescos debajo, acompañado de un pan de sal esponjoso y algo dulce; Ceviche algueado completo con dos ajíes, chicharro, vieiras y pulpo, añadido de bonito y maíz cancha frito con dos tipos de algas, tomado a cucharadas para 'soplar' la leche de tigre, marinada en la que se cuece; Causa a la Hamanako con angulia asada, iron eggs de codorniz y papa pisada; Empanadillas de pollo y cuitlacoche con su acharang de cogollos, aceitunas y salsa de rocoto fermentado; Rollo de verano a la mexicana con guacamole de palta española y pico de gallo de pomelo. El choripán de arribeños y la lengua a la vinagreta china completan la oferta de entrantes
De segundo y a seguir: Cuadril (cadera de la vaca), madurado al menos 60 días, al wok con trompetas de la muerte, vegetales y papas fritas; Tallarín saltado con mariscos y cerdo; Aeropuerto de calamar: arroz chaufa y 'fideos' de calamar frito, con encurtido de col; Asado negro con especias chinas; Tamal ecuatoriano de lechón al horno de leña, maíz y curry verde; Buenos Aires aloo: un curry suave de patatas y huevo a la plancha, o la versión de la Parihuela, sopa de mariscos con tempura de chicharro, pimientos de padrón, mejillón, hierbas y un miso rojo de trigo (aka-miso) que le da cierto espesor, acompañada de arroz blanco.. Para finalizar sugieren los siguientes postres: Pastel tres leches de Chai; Crema de vainilla quemada o Vaso de chocolate!
Un lugar verdaderamente sorprendente de disfrute pletórico por un precio medio de 30 euros y en el que puedes beber, además, su propia cerveza de barril bautizada como La Virgen.
Aquí lo tenéis, una propuesta que levanta pasiones entre foodies y gastrónomos, con unos cocineros que interpretan la cocina asiática y latinoamericana a una intuición inteligente en un local diminuto del que salen verdaderas grandezas gastronómicas capaces de sobrecoger al paladar más intrépido. Interaccionar, Chifa.