Tortilla de Patatas, Bar y Casa de Comidas Nuevo Rioja

 ¡Follar en el pajar!  Canalla, muy canalla. Vicio puro y duro. Gozo exultante e insaciable. Otro, otro, otro……………………….mordisco.

¡LA MEJOR TORTILLA DE POLIGONO INDUSTRIAL DE ESPAÑA! ¡UNO DE LOS MEJORES PINCHOS DEL PAÍS! UNICA POR PERSONALIDAD; UNICA EN SU RUSTICIDAD. Seguro que las hay mucho más técnicas, mucho más refinadas, mucho más jugosas, mucho más ortodoxas……claro que sí. Pero muy pocas pueden competir con ella en idiosincrasia, expresividad, generosidad, satisfacción, precio………mágica. Enamora por su sencillez, evidente atractivo y marcado carácter gulesco.   

¿En que marca la diferencia? Es una tortilla eminentemente de patata, patatas cortadas en láminas hermosas, que se muestran exuberantes. Orgullo de Alava. Mantienen su cuerpazo después de una larguísima hechura que termina por amarronarlas, mejor, churruscarlas. Se deshidratan en buena medida; aunque el paso por el huevo, en el bol y sartén, las vuelve a ablandar un tanto, dentro de potencia y estructura. A la fuerza de la patata voluminosa muy frita hay que sumar la suculencia que aportan la cebolla en juliana, también crecida y el pimiento verde, troceado en rodajas apreciables. Ingredientes muy comunes en las tortillas de patatas vascas. Y que es una tortilla fundamentalmente de patata con cebolla y pimiento verde queda patente a su vez en el huevo, con una finísima costra exterior que la abrillanta, que no llega a envolverla, huevo que tampoco corre por el interior, porque lo absorbe la patata. Paradójicamente resulta jugosa sin la notoriedad del huevo, que no abunda ni fluye, pero suma color, textura y sabor. Muy curioso.

Vamos a concretar las cantidades que utilizan sus artífices: Pedro María Valor y Montse Salguero. Para una pieza de 5 pinchos pantagruélicos, que en realidad son cinco raciones que ahítan: 6 patatas medio-grandes monalisa alavesa, 9 huevos, 1 cebolla fresca mediana, 1 pimiento verde esbelto, abundante aceite de girasol de la marca Urzante y sal. Pedro y Montse no paran un segundo en todo el día, habiendo llegado en determinadas fechas a las 100. RECORD, ratificado en más de una docena de ocasiones, que expresa las pasiones que despierta.

Ponen a fuego medio-alto una sartén grande con abundante aceite de Girasol, que deberá cubrir las patatas cortadas en láminas hermosas, la cebolla en juliana crecida y el pimiento verde en rodajas apreciables. Cuando este bien caliente, echan las patatas, encima la cebolla y, sobre esta, el pimiento verde, todo a la vez, pero sucesivamente. Espolvorean sal por el conjunto y dejan hacer largamente: puede llegar a los 45 minutos de fritura. Por eso queda el conjunto muy hecho y las patatas crujientes, un tanto deshidratadas. Cumplidos los tres cuartos de hora, se sacan y se escurren meticulosamente.

Echar los 9 huevos en un bol; batir bien. Incorporar el conjunto de patata, cebolla y pimiento muy hecho y totalmente escurrido. Tener 20 segundos. Verter a una sartén bien caliente, con un poco de aceite. Cuando empieza a humear, se añade la tortilla, se tiene unos segundos, hasta que se dore, se da vuelta y hasta que se dore, unos segundos a fuego vivo.

Tras más de 60 años de andadura, ROBERTO CUBERO, propietario, se hizo con esta taberna y casa de comidas, ubicada a un minuto de la Nacional 1, en 2017, contando con la estimable colaboración, además de Pedro María Valor y Montse Salguero en los fogones, con Edurne Hierro y Tamara Pampín, que irradian simpatía e imprimen velocidad a un local por el que pasan miles de trabajadores y decenas de  gourmet cada día. Llamados por su sensacional tortilla de Patatas, por una magnífica oreja rebozada y por un regalado y dignísimo menú del día a 11 €.

 A lo dicho: NO SE ARREMPENTIRÁ DE DESCUBRIR ESTA TORTILLA DE PATATAS, que alumbrarán, en los inicios de coger el bar, Roberto y su ayudanta en los fogones, MARÍA , hoy jubilada, una guisandera vasca hecha a sí misma, con mucha intuicion  para magnifican tan popular condumio. Gracias María por tu legado y gracias Don Roberto: puede sentirse feliz que su negocio, tan campechano, haga feliz a tantas y tantas gentes, hambrientas y refinadas. NO TIENE FRONTERAS.