Nuevas Realidades

18/07/2012 - Jesús Herrero

Es muy difícil mantener el éxito haciendo siempre más de lo mismo. Sólo en el mundo de la exclusividad y del lujo pueden permanecer invariables las características de algunos productos. Ferrari tiene una línea de diseño con personalidad propia y al mismo tiempo sabe introducir cambios en sus productos.
Algunos cocineros están muy atentos a lo que ocurre a su alrededor y actúan como buenos navegantes: anticipan y valoran posibles riesgos, buscan nuevos rumbos, realizan maniobras con rapidez y precisión… Carmelo Bosque, en su restaurante Paraninfo de Zaragoza lleva ya unos cuantos meses ofreciendo menús muy sugestivos a 11,57 euros, 16,00 euros y 33,33 euros (en todos los casos con vino incluido). El restaurante llena diariamente. Son unos 35 -40 servicios. Los clientes necesitamos hacer nuestras reservas con una o dos semanas de antelación. Los precios son bajos pero a Carmelo le salen las cuentas. Él se mantiene cerca de ese negocio sin que por ello queden desatendidos sus otros dos restaurantes.
Tengo el presentimiento de que, al menos en nuestro País, el número actual de restaurantes gastronómicos de alto nivel, de esos que actualmente cobran por un menú degustación 90 o más euros (bebidas aparte), quedará reducido a la mitad o tal vez a la tercera o a la cuarta parte en un plazo máximo de unos diez años. Por supuesto que los restaurantes que sigan funcionando pasado ese tiempo deberán ser considerados – y además con todo merecimiento - “restaurantes ferraris”, pero tengo para mi que también ellos deberán esforzarse bastante para adaptarse a los nuevos usos y costumbres del momento.
¿En qué me baso para hacer esa previsión? ... Pues simple y llanamente en lo siguiente: Ahora mismo hay una generación de individuos cuyas edades oscilan entre los 23 y los 35 años. Es este un colectivo cuantitativamente importante en términos de población y, además, lo queramos o no, los individuos de ese colectivo serán los clientes de la gastronomía del mañana.
Lo que voy a decir a continuación, sin bola de cristal y sin cartas de tarot, tiene que ver con lo que yo mismo intuyo que podría ser la evolución sociológica y cultural de ese colectivo. Lo que presento es un resumen. Son, simplemente, mis conjeturas. Pasen y lean.

Nuevas realidades (Algunas ya están empezando a conformarse, y todas ellas tendrán una previsible y completa cristalización a lo largo de los próximos diez años):
1.-La gestión eficaz del tiempo de trabajo y de ocio será una prioridad para la mayoría de los individuos. 2.-El funcionamiento de los restaurantes y las peticiones y reservas tendrán un grado de informatización mucho mayor que el actual. 3.-En un contexto de austeridad y de búsqueda prioritaria de la mejor relación calidad/precio posible, los individuos irán conformando un nuevo estilo de comer y una nueva cultura gastronómica. En los presupuestos personales y domésticos de los individuos se mantendrá y/o aumentará la partida dedicada a gastos de compras “tecnológicas” (informática, comunicaciones) y también podrán aumentar los gastos relacionados con actividades culturales, viajes, ocio, etc., todo ello en detrimento del presupuesto que actualmente dedicamos al disfrute gastronómico. 4.-Habrá un cambio de “Valores” y consiguientemente también cambiarán algunos de los conceptos actuales relativos al placer, a la excelencia gastronómica, etc. 5.-Las grandes cadenas multinacionales de alimentación y restauración continuarán ejerciendo una notable influencia sobre los gustos y apetencias de muchos individuos. 6.-Para atender necesidades específica se ofrecerán (ya se ofrecen actualmente) servicios de cátering y también servicios externos de elaboración culinaria a domicilio. 7.-Adquirirán un cierto auge las ofertas de productos hortícolas comunitarios (“Tenga usted su pequeña parcela de huerta para que usted mismo, u otros, puedan cultivarla). 8.-La presión sobre la calidad de la alimentación en base a criterios medioambientales y de sostenibilidad aumentará en relación a la que ya existe actualmente. 9.- El modelo de tapas y pinchos tendrá un gran protagonismo y seguirá extendiéndose dentro y fuera de nuestras fronteras. 10.- Las cuestiones de salud y sanitarias seguirán siendo objeto de atención preferente por parte de muchos Gobiernos y Administraciones Públicas.