Refrenda su excelente nivel año tras año. Exuberancia olfativa, con indudable personalidad, que viene determinada por la presencia de frutas negras silvestres, como moras, que aúnan acidez y madurez, con un fondo de madera, que deja constancia de torrefactos y cacao. En boca sobresale su extraordinaria frutosidad, imperando la materia prima, muy selecta, tras la que se muestran efectos básicos: dulzura, amargor, acidez y tanicidad, toques ahumados, todos dispuestos en perfecta sintonía. Elegante y noble, nada altisonante.
86% tinta fina, 10% cabernet sauvignon y 4% merlot. Permaneció 14 meses en barricas de roble francés nuevas. Embotellado en primavera de 2012. 32.279 botellas y 300 mágnum.