Javier de Jesús Pérez Hacedor pretende con este vino la excelsitu. Para ello ha dedicado en Sierra de Culebra “Tierra de lobos”, media hectárea en la que tiene plantadas, desde 1.982, mil cepas de tempranillo (90%) y algo de syrah, de las que obtiene rendimientos muy bajos; hasta el punto de que tan sólo produce 1.600 botellas y 100 mágnum. Fermentación maloláctica en barrica y estancia en maderas nuevas de roble francés durante un año. Embotellado en diciembre de 2012.
Un vino enormemente expresivo y de una manifiesta rusticidad. Por la nariz pasa un jardín frutal con un fondo lejano de noble madera, que enriquece sin quitar ningún protagonismo a la materia prima. En boca se reproducen distintas secuencias asilvestradas: fruta y más fruta, vigorosa y salvaje, mostrándose intenso, dulce, amargo y cálido. Considerable cuerpo, en verdad denso y carnoso.