Refrenda el cenit de esta etiqueta, que ya alcanzó en el 2004. Aúna elegancia y sustanciosidad, en consumada armonía. Se expresa tanto en el olfato como en el paladar con exquisita contundencia. Huele a soberbias uvas y hay quien sueña encontrar moras, bosque, eucalipto, terroir, brioche... En boca se manifiesta algo más sobrio aunque acrecenta su ser, su potencia, sacando a relucir notas de frutos secos, tostados, tanicidad... y constante amargor.
Está integrado en un 90% por Tempranillo y en un 10% por Graciano. Hizo la maloláctica en barricas de roble francés (80%) y americano (20%), con una crianza de 24 meses. Embotellado en julio de 2007. 80.000 botellas.