VDA. DE CAYO SAÍNZ, S.L.
Los espárragos en conserva más naturales, y con neta diferencia, que se puedan comer. Esa es su gran virtud, la identificación sápida que les aproxima a los frescos, a la que hay que añadir la calidad intrínseca de la materia prima, extraordinaria. Sabor es puro, ligeramente amargo, con ese carácter gustativo sutilmente terroso que distingue a este fruto. Para mayor mérito, son puntas muy escogidas, muy cortas. Su textura es supercremosa, se deshacen en boca.
Agricultura ecológica.