Se come bien, pero...

Estimado Sr. Director:

Aunque es algo que ya pensaba por varias experiencias, después de mis recientes comidas en los restaurantes Cracco (Milán) y Combal.O (Turín), he quedado definitivamente convencido de que hay cocineros que "crean", se miran en el espejo y se dicen ¡Qué maravilloso soy!
No les preocupa lo más mínimo lo que ocurra con los clientes; desde el servicio hasta el menú degustación (para ellos maridar el vino no existe) todo se hace de la forma más presuntuosa.
Se puede concluir que se come bien y se está mal, con lo que nunca se aprovecha adecuadamente un momento que debería ser de entusiasmo gastronómico. Saludos.
 

Marco Villa