Begoña Rodrigo, "La Salita". Seducción en Zaldiaran, por su Carisma y Claridad Mental.

     Begoña Rodrigo tiene personalidad, metas y arrojo. Si hay que presentarse a Top Chef para saltar a la fama…solo faltaría, y ganó como triunfadora que es. Tiene carisma: entusiasta, una mente fuerte, incansable, convincente, efectiva y muy humana. Por qué le admiren está dispuesta a dar todo lo que lleva dentro y más. Su menú para conquistar Vitoria fue una entrega en cuerpo y alma…con 11 fórmulas ciertamente complicadas en escena.
      Ella logró demostrar que las mayorías no siempre tienen razón….cuando menos en asuntos gastronómicos. Que cuando se visite Valencia hay vida más allá de la paella…entre otras cosas porque el pollo y el conejo ya no son lo que eran…que la mejor opción en la Ciudad de Las Artes y Las Ciencias viene siendo la alta cocina. Es verdad, nunca olvidaremos los festines en Ricard Camarena, en Ca Sento, en El Poblet…esta es la senda que ella desarrolla en La Salita, eso sí, a precios comedidos, que casi todo el mundo puede pagar.
      No tiene recato ni prejuicios: la inspiración lo mismo la encuentra en la tradición culinaria de su tierra que en propuestas ciertamente cosmopolitas y exóticas. Utiliza ideas y técnicas de Adrià, Roca, Ángel León, Eneko Atxa, de tantos artistas culinarios, para diseñar su mensaje. Es una autodidacta que aprovecha todo tipo de teorías: lo mismo defiende la inmaculabilidad sápida con productos honorables que recurre a la mezcla gustosa para sacar el mayor partido posible a géneros más discretos. Donde muestra un único pensamiento es en la estética, con articulaciones que se devoran con la mirada. Espectaculares en muchos casos.
      Es una cocinera con dotes y voluntad para llegar muy lejos. Sabe lo que quiere y tiene una voluntad férrea.
      Tres aperitivos muy vistosos para desarrollar todos los sentidos disfrutando recuerdos del Mediterráneo: chips de sardinas, anguilas fritas picantes y arroz negro crujiente con camarones…un canto a la informalidad. Cogimos los cubiertos con la ensalada de encurtidos y salazones…que entremezcla el populismo patrio con matices universales y una escenificación de vanguardia. Muchas cosas en el plato…para conseguir una contundencia inapelable. Filosofía y contrapuntos cosmopolitas que volvió a quedar patente, una delicada brandada de bacalao cubierta de guisantes frescos realmente vivos impregnados de frescor y calor por la utilización de sazonantes ácidos y picantes. Cada plato tiene un trabajo ímprobo y una fuerza incuestionable.
      Inteligentemente dispuesto un supernatural salmonete, impecable de calidad y punto, dispuesto en una configuración integral con la guarnición, que iba por arriba y por abajo y con la salsa, donde prevalecían la presencia anisada del hinojo y la acidez dulce de la naranja.
      Mayor esencialidad y parecida pureza: una mayestática cigala, semicruda, en verdad manjarosa, apenas realzada por una sutil mantequilla de sus jugos y unos trozos de espárrago blanco.
      Imaginación ponderada y suculencia refinada en la versión, muy particular, del all i pebre, con la anguila ahumada y una crema como notorios protagonistas, que saciaban el paladar con sensibilidad.
      Otra fórmula en que Begoña nos muestra su carácter transformador a partir de referencias conocidas: La fideuá de plancton, en que sustituye la presencia del arroz, que utiliza Ángel León, por la de la pasta. Impresiona y a la vez resulta muy fácil.
     Para sibaritas el primoroso potaje vegetariano: garrafones guisados con calçots nadando en un fondo de setas perfumado con palo cortado. La cuchara plena y sutil.
     En el despiece del pichón demostró que sabe lo que hay que hacer con cada parte del ave: maravillosas la pechuga y la quenelle de sus interiores, en una composición sabia e impecable.
     Los postres - “trufa” de fruta de la pasión y cerezas con Baileys y almendras- , exhaustiva composición, como es propio a la cocinera, remataron una cena en la que Begoña Rodrigo robó el paladar y el corazón de los asistentes. Trasmite pasión.
 

  • Anguilas Fritas Picantes y Chips de Sardinas
  • Arroz Negro con Camarones
  • Ensalada de Encurtidos y Salazones.
  • Brandada de Bacalao con Guisantes Frescos Ligeramente Picantes y Acidulados
  • Cigala, Mantequilla de su Jugo y Espárragos
  • Fideua de Plancton Marino
  • Mi anguila en Su all i pebre
  • Salmonete, Hinojo y Naranja.
  • Guiso de Garrafones, Calçots con Fondo de Setas y Palo Cortado
  • El Despiece del Pichón
  • Fruta de la pasión y Tarta de Baileys, frutos rojos y jengibre


En Zaldiaran: El Serbal Dejó Constancia de Saber Hacer, de una Imaginación Ponderada y de Amor al Producto y a la Tierra.

     El Serbal está considerado desde hace más de una década, en todos los medios gastronómicos, como el establecimiento con mayor empaque de Santander, tanto en lo que se refiere a instalaciones y servicio como en lo que concierne a la cocina.
     Al frente de los fogones se encuentra Andrés Ruiz, un joven en verdad talentoso y harto sensato. Desarrolla una alta cocina moderna de autor muy centrada, que marca la diferencia en la calidad, la elegancia, la armonía y la memoria histórica. Construcciones cultas e ingeniosas en las que sobresale la solidez …con notas divertidas y motivadoras. Una gastronomía que busca conectar con el público plasmando los productos locales, reinventando sus guisos tradicionales de Cantabria.
     La cena en Zaldiaran fue una demostración de esta cocina afable y muy profesional llamada a marcar la diferencia en la calidad y en un diseño sensato, sin ninguna estridencia. ¿A quién no le gusta la conjunción de excelsos productos locales y su disposición con recetas “universales”? ¿A quien no le gusta abrir un tarrito de cristal y encontrarse una anchoa en aceite de Santoña, con unos trozos de queso de las Garmillas, el mejor de Cantabria, un tomatito seco, una aceituna negra, todo ello en aceite de oliva virgen, dispuesto junto a un impecable chupito de salmorejo servido, claro está, aparte? Son un cúmulo de manjares cercanos, familiares, en perfecta sintonía, con una sopa fría tan consumada como amigable.
     Andrés Ruiz se complica la vida con inteligencia y sin excesos. Un fantástico chipirón a la plancha, un medallón de pulpo reforzado por una tempura, en verdad sabroso y terso, ingredientes principales engalanados con una tapioca encebollada, magnificados por unas pinceladas negras de alioli de sus tintas y dados vistosidad con una papel de lima, que se movía incesantemente, dando vida a una construcción tan honorable como próxima. Esta es la cocina que gusta en Cantabria, en el mundo: materia prima, exactamente tratada y adornos cromáticos con memoria histórica.
En El Serbal es célebre el plato de melón. En sopa, en brunoise y en bola, de tres clases: piel de sapo, Galia y amarillo, con jamón, en velo y deshidratado, además de aire de hinojo. Otra visión, ciertamente trabajada, del melón con jamón….una verdadera obra de arte.
     Si en El Nuevo Molino brindan una memorable versión del cocido lebaniego en Santander consuman una audaz reinvención del Montañés. Una insaciable, gustosa y a la vez refinada crema del caldo de las judías y berza, con alubias nadando en ella y tres fantásticas guarniciones ciertamente gulescas en su medido volumen: una pasta choux de chorizo, un buñuelo de morcilla y un trozo de papada confitada.
¡Qué calidad de pescado! ¡Qué punto de jugosidad! ¡Que inmaculabilidad sápida!
Un colosal lomo de San Pedro dispuesto con una salsa de limón, un pure de guisantes, una juliana de cebolla roja…entre otras conmovedoras menudencias que refrendan por enésima vez la profesionalidad del equipo de cocina.
      Memorable, al más puro estilo Eneko Atxa, un rabo deshuesado y guisado con su salsa, depositado sobre esta y cobijado por un falso hueso de tuétano, en realidad una portentosa e insaciable costra de pan y bacon, que daba la apariencia del hueso, suculencia dispuesta con motivos escénicos y enriquecedores: una espuma de boniato, un cristal de patata…para pecar.
      Y brindamos por el triunfo de Andrés y El Serbal, también de Rafael Prieto, que siguió y disfruto del festival, con una espuma fría de piña colada con frutas y crujiente…que puso frescor a un generoso menú rebosante de bellas estampas….como corresponde a la ciudad de procedencia.
Una noche para sentirse muy Cántabro.

 

  • Conserva de Anchoas con Queso de Garmillas, Tomate Seco, Aceituna Negra y Chupito de Salmorejo
  • Chipirón a la Plancha, Pulpo en Tempura, Tapioca Encebollada y Papel de Lima
  • Sopa de Melón , Jamón y Aire de Hinojo
  • Cocido Montañés
  • San Pedro con Salsa de Limón, Puré de Guisantes y Cebolla Roja
  • Rabo de Novilla con Costra de Pan y Bacon, Espuma de Boniato y Cristal de Patata
  • Piña Colada


Carlos López

CASA UROLA 1956

 El cocinero Pablo Loureiro Rodil, capitanea este jatetxea -restaurante- rodeado de un personal que está impregnado con su mismo sentir y respeto por la tradición hostelera. Inicia su andadura en el famoso restaurante Donostiarra “Rodil”, fundado por su abuelo y dirigido después por sus padres, allí comienza a interiorizar el recetario de cocina tradicional Vasca. Más tarde pasó a dirigir los fogones del restaurante Branca, para por fin ponerse al frente de su propio restaurante y desarrollar su propia visión de la cocina tradicional vasca junto a su mujer Begoña Arenas.

 

Pablo es un cocinero vocacional, miembro del grupo de cocineros guipuzcoanos “Sukatalde”: asociación  que pretende aunar esfuerzos para profundizar en el conocimiento de su profesión, promover actividades, eventos que transmitan su filosofía de trabajo, propuestas y promocionar  la nueva cocina de vanguardia.

 

Sus puntos neurálgicos son la mejor materia prima que pueda encontrar, conocimiento de la técnica, dominio del tiempo, exquisita vocación, paciencia y dedicación. A partir de aquí elabora una cocina tradicional “actualizada”, donde la palabra “producto” se potencia con los aromas y sabores de la parrilla de carbón vegetal, una de las señas de identidad de esta casa. Cuando hablas con Pablo y te explica el plato, te trasmite una telegenia -capacidad que tiene una persona para resultar atractiva y lograr éxito- asombrosamente natural y es que aún sin perder su propia personalidad (humildad, sencillez, rubor que denota en la mirada y sonrisa cortada cuando se alaba y reconoce su trabajo), la expresión del brillo de su cara, la exposición de motivos de la elaboración, los productos a utilizar y el arte plástico de sus manos evocando el manejo de utensilios de cocina delatan la pasión y el preludio del buen hacer que tiene arraigado.

 

Su carta no se podría definir mejor que en la exposición de motivos de la propia web del restaurante:”Partiendo de una materia prima excelente, basada en la relación de pequeños productores y con la temporalidad de los productos como norma de la casa, elaboramos nuestros platos, siendo las mejores verduras de temporada, los pescados y mariscos más frescos y las carnes más exclusivas, los pilares de nuestra cocina”.

 

Tras ojear la carta, nos ofreció ponernos en sus manos. ¡Cómo no íbamos a atrevernos!: -de aperitivo, cuchara ventresca de bonito. Entrantes individualizados: menestra de primavera, habitas, guisantes, zizas (xixas-perrechico), espárrago, patata nueva salteados con yema de huevo y lascas de jamón; Txapela de hongo a la parrilla con semi-glace de pato, piñones, espuma de patata y yema de huevo; kokotxas de merluza parrilla y rebozada. -Plato principal: rodaballo salvaje a la parrilla. -Por último, degustación de postres: torrija caramelizada con helado, sorbete de mojito y queso idiazábal “pastor aramburu”.

 

Equilibrio en todas las elaboraciones, redondez y altura de miras en una cocina que respeta y mima la tradición pero a la vez no quiere perder la amistad con la evolución y vanguardia. Sus elaboraciones entienden “el dime de donde vienes y te diré hasta dónde quiero llegar”; los platos tienen hilo conductor y todo es sentido. Por algo está presente la correcta manipulación, marcado en plato y cuidado extremo de puntos de cocción en sus diversas vertientes. Jugosidad, naturalidad, abrazo fuerte y equilibrado entre grasa y sabor.

 

En sala el servicio más que correcto, familiar y cercano, agradable y esmerado. Buena disposición del comedor, orientación y distribución de mesas y sobre todo rapidez ejemplar en los tiempos de servicio entre plato y plato. Perfecta comunión entre cocina/sala. Esperemos poder repetir la visita a vuestra casa un día no muy lejano. 



Cola de Gamba de Palamós Marinada, Fresas, Leche Fermentada, Almendra

Cola de Gamba de Palamós Marinada, Fresas, Leche Fermentada, Almendra
Tierra- Valdepalacios
Chef: Jose Carlos Fuentes
Country: España
City: 45572 - Toledo
Address: Ctra. de Oropesa a Puente del Arzobispo, Km. 9 Torrico
925 45 75 34 - 686 333 998 - 686 333 916

Sin recurrir a típicos cebiches, en la búsqueda ácida de la crudeza lozana de una gamba, marina el bicho en yogur con unas gotas de limón lo justo para la toma de tersura y dejo. Unos toques de fresa, frescos y ácidos, entrelazan con los anteriores, más lácticos pero con los mismos acentos. Resulta un plato rozagante, plagado de matices.



The Recipe



Para la espuma de leche:



400 gr leche

100 yogurt nuestro

200 gr glucosa líquida

6 gr lecitina de soja

Sal

Pimienta



·       Calentar la leche y la glucosa, añadir la lecitina y el yogurt,  triturar y  dejar enfriar en cámara 20 min. Triturar de nuevo y,  al momento, formar aire con la máquina y esparcirlo encima de las gambas.

 

Para la esfera de fresas:



500 gr fresas

100 gr aceite oliva arbequina

½ diente de ajo sin germen

40 gr pimiento rojo

40 gr pepino sin piel

Sal

Pimienta



·       Elaborar como un salmorejo, poner a punto de sal, congelar en molde de media esfera en el congelador. Una vez duro con ayuda de un saca bolas vaciar las medias esferas el máximo posible, dejar reposar en el congelador unas horas; desmoldar las medias esferas vacías, calentar la parte plana sobre una superficie caliente para que se funda un poco y pegar con otra semiesfera formando una sola esfera hueca por dentro; dejar reposar de nuevo unas horas en el congelador y con ayuda de unas pinzas de acero, calentando estas al fuego, hacer un agujero en la esfera para que más tarde nos permita introducir el relleno. Rellenar al pase de la preparación de licor de leche.

 

Para el marinado de las gambas:

100 gr yogurt

20 gr zumo limón

Sal pimienta

Ralladura de ½  limón

 

·       Mezclar todo y dejar macerar unas horas.

 

Para las gambas:

1   ud de gambas ( solo colas) por persona

 

·       Pelar las gambas, abrirlas por la mitad a lo largo, salpimentar y añadir 2 cucharadas de marinado. Dejar reposar 10 min, escurrir y secar bien. Pasar al plato.

 

Para las fresas confitadas:

Fresas

Sal

Aceite

 

·       Cortar en láminas gruesas (0,5 cm), untar de aceite y muy poca sal, cocinar en horno a 85ºC unas tres horas. Guardar bien tapado sin apretar ni perder forma. Al pase cortar por la mitad.

 

Para el aceite de cebollino:

30 gr cebollino escaldado

 130 gr aceite girasol

 Sal

·       Escaldar en agua el cebollino, enfriar en agua y hielo, escurrir bien y triturar con el aceite y la sal en thermomix, colar y reservar en biberón.

 

Para licor de leche:

 

350 gr whisky

400 gr vodka

350 gr leche

400 gr leche evaporada

100 gr azúcar



·       Mezclar, envasar al vacío y dejar madurar 24 horas. Usar.

 

Para el relleno de la esfera de fresas:



100 gr licor de leche

100 gr yogurt

30 gr aceite oliva  arbequina

10 gr zumo limón

Sal y pimienta



·       Mezclar en thermomix, para que quede bien emulsionado. Reservar en biberón

 

Para el limón en salmuera:

1 kg de limones

1 kg de sal

·     Lavar bien los limones, cortar en 4, mezclar con la sal, envasar al vacío y dejar en nevera 6 meses. Limpiar ¼ de limón dejando solo la parte amarilla de la piel que la cortaremos en juliana fina. Reservar las tiras para su uso.

Además: tiras de limón en salmuera, puntas de perifollo, yogurt liofilizado, fresas crudas en bastones untadas en aceite, sal y pimienta, almendra palito tostada, flores de salvia piña.



Pablo Márquez

APICIUS

 Si Marcus Gavius Apicius, gastrónomo romano del S.I d. C., supuesto autor del libro De re coquinaria, fuente de conocimientos sobre la gastronomía en el mundo romano, levantara la cabeza, se sentiría ufano de que una propuesta de tal franqueza fuera titulada por su ilustre nombre. Enrique Medina e Yvonne Arcidiacono son la pareja artífice de ello. Un maño apasionado de la cocina y una alemana que tenía claro que lo suyo era la hostelería, se unieron en matrimonio, y en proyecto común, Apicius, un restaurante que rezuma nobleza en todos sus propósitos. Valencia se ha convertido en su particular tierra prometida, y de ella obtienen sus productos más auténticos y frescos, que transforman en la mejor elaboración a través de su técnica, minuciosa y precisa.  Una cocina exenta de corsés, salvo la inteligente premisa de la estacionalidad de los alimentos;  propuestas mediterráneas limpias en planteamiento y presentación que trasmiten respeto a la misma. Enrique es la mano que mueve los hilos de una oferta tejida con la profesionalidad y experiencia que le ha aportado su formación y su paso por grandes restaurantes de España y Francia, como el Gran Hotel Son Net, Relais&Chateau 5 estrellas Gran Lujo Palma de Mallorca, la Hacienda Benazuza, (el Bullihotel), o la Sucursal, por recapitular alguno. Labrada experiencia que le ha ayudado a confeccionar una carta a medio camino entre la tradición, los sabores “de toda la vida” y la modernidad más candente. Filosofía que han mantenido desde su apertura  en el año 2007.

Cuando cruzas la puerta de Apicius te encuentras con un espacio de líneas sencillas, limpias,  acogedor;  el servicio de sala, a cargo de Yvonne, es impecable y cercano. “¡Regala una sonrisa y recibirás una sonrisa!”. Un espacio muy bien organizado en el que la bodega es otro de los elementos notables de este restaurante, ya que cuenta con unas destacadas referencias que el personal de sala sabe encajar  según el menú escogido y el gusto particular de cada comensal.

Su oferta gastronómica consiste en carta, menú del día,  y dos menús degustación, uno con pescado o carne y otro completo que incluye ambos. La relación calidad-precio es buena y en su abanico de proposiciones destacan sus puntos perfectos de cocción y unos apreciables bien ejecutados juegos de texturas y sabores.

La experiencia comienza con una selección de distintas variedades de pan y aceite de oliva virgen extra arbequina; tras ello llegan los aperitivos, entre los que nos podemos encontrar, por ejemplo, Sopa Thai con caballa; o Crema de calabaza con avellanas y lengua; dos platos de cuchara que mezclan ingredientes muy diferentes que forman un conjunto de sabores homogéneos y potentes.

Los berberechos al natural con horchata, espárragos verdes y pomelo, es uno de los  persistentes en el paladar y en la memoria, corroborando la dedicación en la elección de la materia prima, anexionando regionalmente los elementos.  Los berberechos en su punto perfecto; brotes y una ralladura de piel de limón ponen el broche final y le dan el toque de gracia a este conjunto.

El foie mi-cuit rebozado de carquiñolis sobre pan especiado, con cebollino, compota de membrillo y manzana y escamas de sal, es otro de los bocados cuidados, bien pensados. Una vez más de paladar intenso, edulcorado con la fruta y en el que contrasta el crujiente del pan con la ductilidad del foie.  Una apuesta segura.

La sopa de patata ahumada con caballa tibia, extracto de ajo, pimienta con judía verde y cebolleta dulce, nos deja de nuevo un buen sabor de boca; propuesta de transición que emana frescura.

Otros entrantes que podemos encontrarnos son: Consomé de marisco con setas enoki blancas y polen, acompañado de verduras; Gazpacho andaluz de verduras y frutas con atún crudo; Carpaccio de presa ibérica con helado de parmesano y queso hilado, acompañado de frutas y brotes tiernos; o Pulpo a la brasa con mozzarella y caldo de jamón ibérico. Propuestas en las que impera la sencillez.

En el menú degustación juegan con el pescado fresco del día y elaboran grandes platos de lonja.  Entre ellos podremos disfrutar, por ejemplo, el Mero salvaje con calçots a la llama, pesto y salsa romesco; o Dorada de playa con calabaza, arbequinas y salsa de tinta. La carne también varía según mercado: Carrillera de ternera con puré de manzana reineta y chalota; o Asado de lomo bajo de novillo acompañado de una querelle de remolacha, mandarina y pak choi, son sólo alguna de las proposiciones que van variando semanalmente.

Cocina inteligente y dinámica, cualidades con las que saben conquistar al cliente y enamorarlo para que repita. Sus menús cambian tanto como el clima y son el resultado de una evolución natural que el comensal agradece. Sus postres son el broche final a un menú de gran equilibrio y que, como no podía ser de otra manera, encajan en esa misma línea. La infusión de frutos rojos y sorbete de yogurt ejerce de entrante en esta última etapa del menú y aporta la frescura que necesitaremos para disfrutar plenamente el siguiente postre, mucho más contundente, el Brownie de chocolate, ganache de cacahuete, coulis de mango, vainilla, curry y gominola de azafrán.  Sabores, una vez más, bien conjugados en un solo plato.

 

Si se dejan en manos del cocinero se podrían encontrar la siguiente secuencia que les comento:

1º Aperitivo:- Melón osmotizado con aceite de trufa, rillete de sardinillas en aceite y compota de tomate –cebolla y jengibre.

2º Aperitivo: Ceviche tailandés de bonito y piña, una travesía entre el picante y el dulzor.

3ºAperitivo: Croquetas de pescado, de corteza fina e interior cremoso. Con fundamento.

1º Entrante: Mantecoso taco de Bonito del Mediterráneo que se acompaña de un kimchi de piña, remolacha asada a la sal y mayonesa de ajo negro provocando un juego de fermentaciones. Búsqueda e integración de ácidos, dulces, salados, picantes, balsámicos...

2º Entrante: Plato insustituible de la carta por aclamación popular. Todo un clásico de Apicius. Carpaccio de presa Ibérica ahumado con hierbas del monte, redondeado con unos piñones de Castilla fritos aumentando la untuosidad, refrescado con unos ácidos daditos de manzana Granny Smith que además aportan masticabilidad al conjunto. Un sorbete de parmesano de sobrado dulzor acompaña la ilustración.

3º Entrante: Huevo de Corral a baja temperatura sobre brandada de bacalao, gnocchi frito de patata y guisantes del Maresme. Un plato ideado para la conjunción de sus distintos elementos, aunque yo disfrutaría secuenciando su relación, revolcando eso sí los cremosos gnocchis en la untuosa yema, chispeando con la dulzura del crocante, entero, guisante, y entonces, solo entonces, casando los mismos con la brandada de bacalao. Evidente y suculento.

4ºPescado: Sargo Imperial con raíz de apio, alcachofa, patatitas y limón.

Sargo imperial asado, arriesgando en el punto, como debe de ser, instigador este pescado con deje yodado a absorber las virtudes de sus compañeros, celery en dado y en crema, alcachofa barigoule elegante dispuesta de Gala y de Sport, y capuccino.

5º Carne: Pichón de Lombers con cabello de ángel de chirivía y caviar de berenjena, crema láctea y cebollita glaseada.

Pichón asado y reposado, majestuosamente presentado, crudo sin estarlo, sabroso, tierno; un caviar de berenjena al que delata su paso por el fuego; una salsa de yogur ácida, láctica, y un cabello de ángel (chirivía escachada en almíbar de salvia) al que acompaña una cebolla glaseada aportando más dulzor para una difícil combinación.

6º Postre: Chocolate, manzana y especias

Fresco, tranquilo, apetitoso, el sorbete y crujiente de cacao amargo, manzana (Granny Smith) osmotizada con especias (cilantro, azafrán y pimienta sancho), y gel de manzana Fuji.

7ºPostre: Soufflé Alaska flambeado con Cointreau. Espléndido fin de fiesta.

Genovesa de calabaza que elabora con harina de almendra, sobre el que reposa una crema montada de limón, sorbete de limón, fresas laminadas, al que envuelve un merengue italiano, además de otros frutos rojos y una tierra de cacao. Enjundia pura.

Petit fours (Financie, gominola ácida de vainilla, trufa de chocolate con hierba buena)

 

Apicius se presenta ya como un referente de la cocina valenciana y una demostración de que juventud, profesionalidad y éxito son elementos perfectamente compatibles cuando el ingrediente principal de su trabajo no es otro que hacer todo con apetencia.



Huevo negro con angulas vegetales y gambas al ajillo.

Huevo negro con angulas vegetales y gambas al ajillo.
Baeza&Rufete
Chef: Joaquín Baeza Rufete
Country: España
City: 03540, Alicante
Address: Av. de Ansaldo, 31
965 16 22 47

¿Qué preparas cuando te juegas ser Cocinero del Año, con la presión añadida de que el jurado estará formado por profesionales de la talla de Martín Berasategui o Jose Carlos Capel? Nada mejor que confeccionar un plato evocador, reavivando emociones maternales.
Joaquín siempre le busca tres pies al gato, gamberreando singularidad. Pues bien, justo antes de embarcarse en lo que es hoy el restaurante Baeza&Rufete, buscando una bocanada de aire fresco, partió hacia Barcelona, a ver a Madonna, y a comer a restaurantes cañeros de la ciudad. ¿Pero cuál fue su sorpresa? Encontrarse a su musa donde menos se lo esperaba, siempre atento como un cazador. Relajado en un bar de la Boquería que se llama "el Quin" entre fruta, verdura, especies y miles de aromas deliciosos, llegó uno de esos platos sencillos, 'huevos rotos con gambas'. Hey Mr. Dj. Tenía que rendir tributo al huevo frito, 'like a virgin'. Si le pidieras a Tapies que hiciese un huevo frito es probable que lo presentase negro o sesgado. A esa inspiración había que darle sustancia, sabor y equilibrio. No nos olvidemos, que los artistas de los fogones, tienen que emocionarnos a través de las papilas gustativas.



The Recipe



 Ingrediente – Cantidad - Precio kg/litro - Precio receta

Ajo negro. 20gr - 9€/cap. - 1,8€

Caldo base de cocido. 300gr - 6€ - 1,8€

Arbequina La Boella. 41gr - 5€ - 0,2€

Ajo seco frito. 10gr - 2,5€ - 0,025€

Bacalao inglés 18gr - 20€ - 0,36€

Yema de huevo. 18gr - 6€ - 0,10€

Gamba de Denia 20gr pieza tamaño mediano. 200gr - 75€ - 15€

Enoky 30gr - 30€ - 0,9€

Brotes de eneldo. 5gr - 20€ - 0,1€

Arroz Senia. 125gr - 2€ - 0,25€

Aceite de girasol. 500gr - 1,25€ - 0,625€

Cayena. 0,1gr - 25€ - 0,0025€

Aceite Arbequina 25gr - 5€ - 0,125€

Sal escamas. 2gr - 6€ - 0,012€

Pan gallego. unidad 0,75€ - 0,75€

Precio total receta: 22,04 Precio total persona: 4,4€

 

– ELABORACIÓN

Para la espuma de ajo negro:

Ingredientes:

Ajo negro.10gr

Caldo base de cocido. 300gr

Arbequina la Boella. 41gr

Ajo seco frito. 10gr

Bacalao inglés. 18gr

Proceso:

1º-Poner los ingredientes a cocer hasta que la patata quede tierna.

2º-En la termomix añadir el aceite, los ajos y triturar hasta tener una pasta fluida.

3º-Mantendremos una temperatura de 65º para no romper la estructura organoléptica del ajo negro para que conserve todo su sabor y color.

4º-Colar por un fino y poner en un sifón con dos cargas. (Mantener a 65º en baño María).

5º-La yema de huevo la coceremos 2min a 65º en agua con sal.

 

 

Para el crocante de arroz a banda:

1º-Sacaremos el jugo de las cabezas de las gambas.

2º-Lavaremos el arroz para quitarle el almidón, y lo coceremos hasta que esclate.

3º-Lo mezclaremos con el jugo de gamba y haremos unos cilindros que congelaremos.

4º-Cortaremos en círculos y lo deshidrataremos 24h a 38º.

5º-Al pase las freiremos en aceite de girasol muy caliente para que suflen.

 

Para las gambas al ajillo:

1º-Laminaremos ajo y lo freiremos suavemente hasta que esté dorado. Con cuidado lo retiraremos y lo reservaremos para el pase.

2º-Cortaremos la cayena en rodajas como cabellos y las añadiremos al aceite.

3º-Deshilacharemos el enoky y se lo añadiremos al aceite a unos 50º.

4º-Pelaremos las gambas y les quitaremos la tripa, las cortaremos en dados de 1cm.

5º-Al pase las embadurnaremos de este aceite y las pondremos en el plato.

 

Al pase:

1º-Dispondremos los cilindros de gamba en el plato.

2º-Encima el ajo seco y el crocante de arroz con una ramita de eneldo.

3º-Pondremos las angulas alrededor de las gambas.

4º-Tiraremos la espuma en el centro del plato con la yema un poco descentrada.

5º-Rectificar de sal y a disfrutar.



Pablo Márquez

POPEYE

 

Popeye es un cóctel que se crea a partir de la colaboración del reconocido Chef Rodrigo de la Calle y su proyecto Gastrobotánica con el Coctelero Profesional Junior Báez, conocido como Junior Cóctel.

 

Siguiendo la línea de Rodrigo de la Calle, nace esta receta donde el protagonista es el producto de la huerta y como no, el color verde, que Junior termina equilibrando y añadiendo una base alcohólica que combina a la perfección.

 

Receta:

 

- 5cl. de ron Virgin Gorda 1493

 

- 3cl. Licor Green Life LVL

 

- 2.5c. Sirope de Agave 100%Azul

 

- 2 manojos de Estragón

 

- 2 manojos de Brócoli

 

- 2 manojos de Hierbabuena

 

- 2 manojos de Perejil

 

- 2 manojos de Albahaca

 

- zumo de 1 limón

 

- zumo de 1/2 naranja

 

- zumo de 1/2 pomelo rosa

 

Licuar las hierbas y verduras y verter junto con el resto de los ingredientes en una coctelera con hielo y agitar durante unos 15 segundos aproximadamente. Hacemos un doble colado y servimos en un decantador frío. La puesta en escena es servir en una bandeja simulando nuestro huerto a cada comensal.